Música en la sangre
Cantamos porque llueve sobre el surco,
y somos militantes de la vida,
y porque no podemos ni queremos
dejar que la cancion se haga ceniza.
Mariana y Anamari ofrecieron un show en el que primó el talento, el carisma, la canción, la música, los músicos y sobre todo el show. Nunca se olvidaron de ofrecer un buen show.
Madre e hija se plantaron delante de un grupo de músicos que valen un show por sí mismos y bromearon sobre eso de ser madre e hija, la diferencia de edad, los gustos de cada una y los “fans” de ambas. Pero lo que mejor hicieron fue cantar, lejos.
Porque tienen química, genética y talento. Porque ensayaron duro. Porque fueron tango, boleros y rock, además de abuela y tía, con muchísima ternura.
Personalmente la versión de Mariana Dominé de “Y sin embargo” me pareció perfecta. Y cuando una canción es perfecta vale la pena la vida, te llena el alma, piel de gallina, me siento mejor persona. Sentida, interpretada, cálida, cruda. En fin, perfecta.
Y personalmente la onda de Anamari me parece genial. Tranquila, con actitud, a la altura, responsable. En fin, genial.
Dieron un gran show, obviamente no porque lo diga yo, sino porque cuando podía despegarles la vista a ellas veía muchos ojos grandes, bien abiertos y atentos, gente que disfrutaba verlas y oírlas.
Las aplaudieron dos temas y de ahí en más las ovacionaron.
Y los músicos ¡qué nivel! Christian, el Pollo, Seba, Bily y Jorgelina. Les escribo como si los conociera de toda la vida, pero porque su música contagia eso, mucha química.
Hoy Christian pasó por casa caminando y casi le pido un autógrafo, pero no daba.
“De a dos” fue una fiesta en familia que incluyó a un pueblo que banca a sus artistas. Sentí que así era y no sólo por lo musical, sino porque cosechan amistades en base a códigos, valores. Son buenas minas, y la gente siempre reconoce a las buenas minas.
“Mirá que te di mucha leche de chiquita eh”, le decía Mariana a su hija. “Me gusta el fernet”, le respondía Anamari. Luego de los chistes se miraron y entonaron exquisitamente un puñado de hermosas canciones.
Ratifican mi creencia de que Arrecifes es Cuna de Campeones, seguro, pero también cuna de grandes artistas.
Gracias a ambas.