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La Ruta de la Mentira
Hace pocas horas un comunicado de prensa de la Municipalidad de Arrecifes informó que “Vialidad Nacional confirmó oficialmente el anuncio de la pronta iniciación del tramo de la Autovía Pilar-Pergamino”, y desde estas líneas quiero aclarar un poco la información que ligeramente leída puede provocar confusiones e ilusiones.
El comunicado explica que Vialidad confirma un anuncio, por lo que se interpreta que no es precisamente el inicio de obra lo que se asegura, ni mucho menos una fecha. Ciudades vecinas e incluso la nuestra ya escucharon varias veces anuncios similares que presagian el inicio de la tan reclamada y postergada Autovía. Repito, se confirma un anuncio, algo así como: “Confirmamos que anunciamos que vamos a hacer la obra. ¿Cuándo? Eso está por verse…”
El informe recibido en la Municipalidad contiene – explica el comunicado a los medios – un “completo informe con el detalle de las licitaciones, adjudicaciones y sectores en ejecución de los nueve tramos que componen la autovía trazada sobre ruta 8”. Nuevamente las palabras confunden ya que se ratifica el anuncio del inicio de obra, por un lado, pero por otro se advierte que el Tramo V correspondiente a Arrecifes está en Proceso de Adjudicación, lo cual no implica – sino justamente lo contrario – que esté confirmado el inicio de la obra.
Hace pocos días otro comunicado expresaba las palabras del intendente Daniel Bolinaga, quien aseguró que “la semana próxima comenzará a instalarse en nuestra ciudad la empresa encargada de la construcción del tramo de la Autovía Buenos Aires-Pergamino correspondiente a Arrecifes”. Es muy difícil entender que se instalen en nuestra ciudad faltando más de dos meses para el inicio de la obra, y ese tiempo es suponiendo que el viento sople muy fuerte a nuestro favor. Es casi ilógico que se traslade maquinaria, mano de obra o materiales a nuestra ciudad si aún el tramo que nos compete está en Proceso de Adjudicación. Procesos de adjudicación que, desde hace años, no se adjudican.
Juegos de palabras, anuncios electorales, promesas con bombos y platillos sobre un tema que refleja la desidia y frialdad de nuestros representantes respecto a justos, necesarios y urgentes reclamos de quienes pagamos impuestos y peajes.
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