Olor a podrido en las calles
Sí, lo sentí. Un asco.
Primero pensé que había sido algún gato en el patio. Luego supuse que sí, efectivamente fue un gato, pero en la vereda.
Después creí que el olor venía de la esquina. Pero si cambiaba el viento venía de la otra esquina.
El tema es que luego cambié de barrio, y también estaba el mismo olor. Coincide con los días de calor, además hay viento y se traslada rápidamente.
No, ni idea de dónde es. Puedo suponer como todo el mundo lo hace y echarle la culpa a determinadas industrias que trabajan con animales, pero no tengo fundamentos.
O bien alguien puede haber utilizado algún químico para fumigar, y eso trae ese hedor insoportable, aunque no lo sé.
O cereales en mal estado, pero lo veo difícil.
Lo cierto es que todos nos preguntamos desde hace varios días a qué se debe ese terrible olor a podrido que sentimos en la calle, que nos voltea si nos agarra el viento de frente.
– Por qué no averiguas, vos, que sos periodista. – Sí, yo averiguo, pero… ¿para dónde enfilo?
Un asco, y como suele ocurrir con los olores desagradables, nadie se hace cargo.