Alberto D’Angelo: «Quiero ser luz y quedarme»

Sólo muere el hombre cuando ya no se lo nombra, cuando se lo olvida, mientras tanto, vive en el recuerdo, en un árbol plantado, en un verso escrito, en una canción… Alberto era un artista y el lo decía. «Yo soy un artista». La frase la repitió muchas veces en nuestras charlas. En el Plaza, en el Centro Cultural, en una peña, en alguna de sus interminables charlas telefónicas.
«Yo soy un artista» era la forma de reconocerse, de hacerle entender a muchos que la música no era un hobby, ni una distracción, ni es vago el músico, sino que es una elección. Alberto D’ Angelo eligió ser un artista y lo consiguió. Su lugar era el escenario y su vida una canción.
Los temores por su salud resentida no eran infundados. Hacía mucho que sabía que su corazón en algún momento le iba a decir basta y como hombre de radio -además de compositor, poeta y cantante- se despidió con una maratón de folclore para el aniversario de su programa. Y como no podía ser de otra forma, no se fue en la mitad de la emisión de hoy, sino que quiso terminar en horario.
Quienes lo quisieron no podrán volver a abrazarlo, pero podrán escucharlo cada vez que suene uno de sus temas o cada vez que alguien lea una estrofa de los poemas de su libro. Los escenarios arrecifeños seguirán recibiendo al folclore, y si bien su figura ya no formará parte del show, todos sabemos que «el gordo» estará presente, esperando que alguien entone el tema de Reguera.
Se me esta haciendo la noche
en la mitad de la tarde.
No quiero volverme sombras,
quiero ser luz y quedarme.