¡Que nunca deje de sonar esa sirena!
Lo conocí poco pero lo aprecié mucho y como yo tantos otros vecinos. Sus familiares y amigos lo quisieron más que yo, fue y será un ícono de la ciudad.
El creador de la “Chuchunga”, el caballo metálico de los bailes, el primer Bombero Voluntario de Arrecifes y la eterna sirena de “Grúas La Unión” dejó el mundo para cuidarnos desde el cielo, con su voluntad inquebrantable y su cara de buen tipo.
Fue la primera nota que publicó Minuto Arrecifes, y creo que una de las mejores, porque ese hombre lo valía y lo valdrá siempre. Les recomiendo volver a leerla, y como cereza del postre los comentarios tan sentidos y merecidos.
Se van yendo los verdaderos héroes de la ciudad, leí por ahí…pero no es así, estos hombres no se van nunca. Quedan en la memoria de un pueblo que almacenará en su baúl de recuerdos las mejores páginas de una historia escrita con la mano de Pepe.
No es momento de andar pidiendo cosas a Ale, Facundo, sus otros nietos y familiares, pero saben que lo hago con mucho respeto: ¡Que nunca deje de sonar esa sirena!
Poema de Alejandro hacia su abuelo Pepe:
Pepe es el padre de mi padre, dos veces mi padre,
mi verdadero y único ejemplo, mi guía espiritual, mi espejo,
el hombre que aunque quisiera no podría imitar,
el ser que amo con todo mi corazón,
el que me enseñó que con sacrificio y honestidad se puede conseguir un modesto bienestar, a veces,
pero un gran reconocimiento y respeto, siempre.
Donde quiera que yo vaya, aún en las puertas del cielo, sin dudas me las abrirán al decir que soy tu nieto.
Padre de mi padre, dos veces mi padre.