pepeLo conocí poco pero lo aprecié mucho y como yo tantos otros vecinos. Sus familiares y amigos lo quisieron más que yo, fue y será un ícono de la ciudad.

El creador de la “Chuchunga”, el caballo metálico de los bailes, el primer Bombero Voluntario de Arrecifes y la eterna sirena de “Grúas La Unión” dejó el mundo para cuidarnos desde el cielo, con su voluntad inquebrantable y su cara de buen tipo.

Fue la primera nota que publicó Minuto Arrecifes, y creo que una de las mejores, porque ese hombre lo valía y lo valdrá siempre. Les recomiendo volver a leerla, y como cereza del postre los comentarios tan sentidos y merecidos.

Se van yendo los verdaderos héroes de la ciudad, leí por ahí…pero no es así, estos hombres no se van nunca. Quedan en la memoria de un pueblo que almacenará en su baúl de recuerdos las mejores páginas de una historia escrita con la mano de Pepe.

No es momento de andar pidiendo cosas a Ale, Facundo, sus otros nietos y familiares, pero saben que lo hago con mucho respeto: ¡Que nunca deje de sonar esa sirena!

Poema de Alejandro hacia su abuelo Pepe:

Pepe es el padre de mi padre, dos veces mi padre,

mi verdadero y único ejemplo, mi guía espiritual, mi espejo,

el hombre que aunque quisiera no podría imitar,

el ser que amo con todo mi corazón,

el que me enseñó que con sacrificio y honestidad se puede conseguir un modesto bienestar, a veces,

pero un gran reconocimiento y respeto, siempre.

Donde quiera que yo vaya, aún en las puertas del cielo, sin dudas me las abrirán al decir que soy tu nieto.

Padre de mi padre, dos veces mi padre.

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comentarios

By Minuto Arrecifes

La mejor manera de estar informado.

2 thoughts on “¡Que nunca deje de sonar esa sirena!”
  1. Querido César, gracias por el recuerdo, es la una de la mañana y justo ayer a esta hora PEPE se iba con su «Paipero» directo al cielo, supongo (aún no lo hablamos con la familia) que la sirena seguirá escuchandose, así lo querría él.Me quedan todas y cada una de sus enseñanzas, pero no solo de escucharlo si no de verlo actuar.Me queda el inmenso dolor de no tenerlo más, pero la gran alegría de haber compartido muchos momentos juntos. La tristeza de no poder decirle más que lo quiero, pero la dicha de habérselo dicho una y otra vez.
    Gracias a todo el pueblo de Arrecifes, que lo despidió con mucho respeto, gracias al Dc Delgado y señora, a las «chicas» que lo cuidaron, a Facu, que estuvo siempre y me conmovía con su desvelo, a la gente de Sarmiento que vino, etc, etc, etc.

    ABUELO, GRACIAS POR LA VIDA QUE NOS REGALASTE !!!

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