La sirena de Pepe Fernández
Uno de los cuentos lindos que se conocen en Arrecifes es el de “la sirena de lo de Fernández”. Porque como sabrán los atentos y supondrán los distraídos, en la ciudad se escucha de lunes a sábados una sirena de tono monocorde que suena siempre en los mismos horarios y, a veces, para ocasiones especiales. El señor José Orfilio “Pepe” Fernández es el encargado desde el año 1950 de tocarla, y MinutoArrecifes se acercó a su casa, justo al lado de “Talleres y Grúas La Unión”, para que cuente algunos detalles de esta historia que tiene varias décadas.
Pepe nació el 14 de marzo de 1919 en Arrecifes, más precisamente en España 48, pero pasó la mayor parte de su infancia y la adolescencia en el paraje San Francisco, donde luego se convertiría en uno de los fundadores de la Escuela N° 26 “Martín Güemes”. “La sirena la compré en un remate, la había traído el empresario del cine Colón, que después pasó a ser el Cine Regina. El tipo del cine la había comprado porque antes de las funciones tocaba la sirena”, explica Pepe. Son miles los arrecifeños que forman parte de esta historia, porque casi todos se han ubicado en el tiempo alguna vez con la potente sirena ubicada en la ruta 8, km 176. Todas las mañanas a las 07:30, después a las 12 del mediodía, a las 14 y a las 18 hs. Los sábados solamente a las 07:00 y luego a las 12 hs.
Alejandro Fernández, uno de sus nietos, cuenta que en la década del setenta había 52 empleados, y toda esa gente marcaba la tarjeta de acuerdo al sonido de la sirena. “Una vuelta teníamos un empleado al que le gustaba mucho el tinto, y una noche se pasó de copas y se acostó borracho. Resulta que el tipo se durmió, y no vino a trabajar. Pero a las 18 hs cuando sonó la sirena la escuchó, se levantó y salió como tiro para acá. Claro, no se dio cuenta de que era la sirena de salida, a la tarde. Los compañeros se iban yendo y él recién aparecía”, recuerda Alejandro entre risas.
Otras veces, cuando la selección Argentina hace algún gol en el mundial Pepe va corriendo y toca la sirena. Y obviamente cuando Boca gana algún torneo la sirena suena, porque en la familia son todos xeneises. Cuando admite que se da sus gustos con la sirena Pepe se ríe, sus arrugas se multiplican y su mirada de bueno se potencia. Con cara de pícaro, Pepe reconoce que sufrió un percance culpa de la sirena:“Tuve un problema cuando jugó la selección, en la época de Maradona, porque el equipo metió un gol, fui y toqué la sirena. Pero cuando volví veo que anularon el gol ¡ entonces le cambié el resultado del partido a la gente!”.
A veces el encargado de tocarla puede ser algún empleado, y todos ellos acostumbran a ser muy puntuales porque Fernández les enseñó que la gente está acostumbrada a escucharla. De todas maneras, Pepe se hizo hacer dentro de su casa un pulsador para tocar la sirena sin necesidad de salir al taller. Alejandro asegura que solamente dejó de tocar dos semanas cuando falleció su esposa (abuela de Alejandro), porque a ella mucho no le gustaba y en forma de homenaje pararon un tiempo.
Una sirena, un vecino creativo y muy querible, un nieto orgulloso, una linda historia. Postales de una querida Arrecifes.
Poema de Alejandro hacia su abuelo Pepe:
Pepe es el padre de mi padre, dos veces mi padre,
mi verdadero y único ejemplo, mi guía espiritual, mi espejo,
el hombre que aunque quisiera no podría imitar,
el ser que amo con todo mi corazón,
el que me enseñó que con sacrificio y honestidad se puede conseguir un modesto bienestar, a veces,
pero un gran reconocimiento y respeto, siempre.
Donde quiera que yo vaya, aún en las puertas del cielo, sin dudas me las abrirán al decir que soy tu nieto.
Padre de mi padre, dos veces mi padre.
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