Cazador fue un tributo al rock and roll
La rompieron. Les juro que la rompieron. El tributo al Bocha Sokol fue rock, fue puro rock adrenalítico. Fue recital de tablón, de los de verdad. Fue piel de gallina, gritar hasta quedarse sin voz, saltar hasta que se te endurecen lo gemelos, tomar cerveza porque no das más. Fue bailar reggae, gritar rock, tararear estribillos con alma y vida. Fue tener un pedacito de Las Pelotas tocando en Arrecifes. Y literalmente también, porque entre los invitados estuvo Tuni, la ex del Bocha Sokol, que tiene más onda que el mar, y seguro que andaba con el Bocha porque la mina la rompía más abajo del escenario que arriba, derroche de pilas.
Se tocaron todo, Shine, Si Supieras, Capitán América, Hawai…No hace falta poner la lista de temas, Para qué… Los que tuvimos la suerte de ver a Cazador sabemos que de la mano del Ruso, Percha, Carlos, José, Joaquín, Gusty, Rollo y Germán volvió el rock. Lo único que pensaba cuando salí del recital fue que bueno que estuvo, y ojalá que no se corte. Porque un recital de estos por mes te mejora la calidad de vida. Posta.
Cuanta onda tiene el ruso, cuantos huevos le puso y que pedazo de showman. Un grande. Y como toca Rodrigo, que solos sentidos (ni hablar cuando agarró el slide). Y Gusty se zarpa, tirando posturas de metalero y lentes rockstar. Joaquín, que futuro tenés chavón, todavía te estoy aplaudiendo. José, sos un zarpado repartiendo palos. Germán, cortala, lo tuyo es demasiado talento. Luciano, groso, sos tan músico como buen pibe. Carlos, excelentes los arreglos, excelente el sonido, excelente todo. Percha, lo disfrutaste tanto que lo contagiaste.
No sabía. Les juro que no sabía que Arrecifes tenía tanto rock and roll. No sabía lo que era la Osa Panda, me lo contaban, me lo imaginaba, escuché un cd. Pero ahora entendí. Les juro que no hubiera creído que existía ese público tan rockero, tan agitador y de los que hacen el aguante hasta lo último.
Fue un lujo ver un show. Porque una cosa es tocar en un bar, y otra es hacer un show. Todos, todos los que estuvieron saltaron, aplaudieron, cantaron, pidieron otra y se fueron excitados a sus casas agradeciendo que en el 2012 apareció Cazador y la clavó al ángulo.
El público se merece un párrafo aparte. Cero caretas, todo aguante y buena onda. Aproximadamente 200 personas que poguearon, cantaron, gritaron, saltaron y finalmente aplaudieron. Pidieron otra y poguearon, cantaron, gritaron y saltaron de nuevo. Y ovacionaron, porque se tenía que ovacionar lo que para mí fue el recital más pila y rockero del año.
Se decía por ahí que hasta el Bocha bajó un rato, le dio un abrazo a cada uno de los músicos y subió de nuevo, a seguir componiendo.
Los aplaudo, los recomiendo, les agradezco y desde ahora en más los sigo. Y por encima de todo los felicito, porque sé que lo hicieron de corazón y corazón fue lo que pusieron arriba del escenario. Clap, clap, clap. Como no aplaudirlos si tienen menos recitales que los dedos de una mano y ya son un clásico que llegó para quedarse.
Cazador, rock and roll, y la rompen.
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