Carlos Martín: “Prefiero que me falte la comida, pero nunca el baile”
Justo frente al Hogar de Ancianos, sentado en un banco y con un acordeón a piano a su lado, el sábado a la noche encontré a un personaje hermoso.
Derroche de buen humor, actitud positiva, amante del baile y de la buena música, el señor Carlos Martín compartió una linda charla y obviamente su música.
Retirado de la vida laboral luego de una operación de cadera, este simpático abuelo nos contó que su profesión era jardinero, tenía alrededor de 50 casas, “apellidos muy importantes, todos me conocen y me quieren. Pero los huesos me dijeron basta y me tuve que operar la cadera. Me operó el Dr. Lecina, un gran profesional, y quedé bárbaro”, me contaba.
Ni lerdo ni perezoso aún tiene una moto en la que hace mandados, y además es el jardinero oficial en el Hogar de Ancianos, se le infla el pecho de orgullo por el trabajo que realiza en el parque del asilo. “Mira como esta, mira como lo tengo”, dice y señala el parque de lo que también es su casa.
Es hincha de Boca, y si bien le erró con el pronóstico, como todo amante de un club se animó a tirar un 3 a 1 a favor del equipo de sus amores. “En el Hogar tenemos una pantalla gigante, ahí nos muestran todo. Nos tienen muy bien, es para decirlo. Las enfermeras, las mucamas, las doctoras, las cocineras, la secretaria de la doctora. Es lo más grande y lo mejor que hay en Arrecifes, no lo digo por decirlo sino por experiencia”, cuenta Martín.
Su pasatiempo es la música, con el acordeón a piano que le trajo su hija de Rosario alegra las reuniones entre los abuelos del Hogar, y varias veces me recordó que se realizan bailes en el salón del Centro de Jubilados. “No soy muy bueno, hago lo que puedo. Hace un año y seis meses que practico. Prefiero que me falte la comida, pero nunca el baile”, aseguró.
Carlos tiene una personalidad divertida, incluso es famoso por disfrazarse de Baltasar y pararse en la esquina del Monumento a San Martín, cada año cuando llega la fecha de los Reyes Magos. “Hice una promesa, que si gana Boca me corto el pelo. Pero estaba tan confiado que me lo corté antes, porque estoy pelado”, dice haciendo gracias para que nos riamos.
Y lo dejé ahí donde lo encontré, pero con una sonrisa más grande y muy agradecido. Un rato de compañía fue suficiente para que nos regale su música, su alegría y su cariño. Me fui prometiendo que le iba a llevar la filmación para que la vea, y para charlar un rato. Me fui pensando que Arrecifes, alma de pueblo, tiene estas cosas tan simples y tan lindas.
Algunos necesitamos tanto, y otros tienen todo con un simple acordeón. “Me gustan las mujeres que bailan bien”, me confesó picarón y yo sabía que me había dado el título. Pero elegí otro, por enseñanza de vida: “prefiero que me falte la comida, pero nunca el baile”.
Comente esta nota
comentarios