Las re perlitas guachiiiinnnn
En esta ocasión, quiero agradecer a los 14 concejales del HCD por facilitarme el trabajo de imaginación, y regalarme tantos momentos tragicómicos durante las sesiones.
Sin ustedes, esto no sería posible.
El HCD es como la vida:
Gesticulan, improvisan, chicanean, murmullan, se agravian, se enojan, se tientan de risa, se alaban, se callan, se corrigen. Como dice la canción de Memphis la blusera “se aman, se pelean, se vuelven a amar”. En definitiva, los concejales pasan por todos los estados posibles, como en la vida. Finalmente, se retiran en paz a sus aposentos.
Pepe one:
Aubalat hizo alusión al Día de la Madre. Venía embalado en pleno discurso de homenaje y se sentía que algo estaba por estallar. Que las madres que te dan la teta, que la cucharita y que la mamadera. Y estalló. La risa de todos los presentes en el recinto fue incontenible. De Pepe para atrás todos tentados, de Pepe para adelante todos haciendo fuerza por contener la risa.
Pepe two:
“Es digno de ver el brillo del pelo de los perros de la protectora”. Clap clap clap, único.
Memorable frase para el recuerdo:
“Recuerden podar el arbolado público, porque en cualquier momento un vecino se saca un ojo”. Prioritario y decisivo su aporte, concejal.
Aunque usted, no lo crea:
Llegó un momento que uno de los concejales, abrumado, se tapó los oídos. ¿Lo hace a propósito?, pensábamos los presentes. Sí, pero después nos enteramos que le dolía mucho la cabeza. Estás perdonado, GO.
Hay, momentos que NO me quiero llevar:
No es gracioso. Hay momentos que son realmente vergonzosos en el HCD. Difíciles de reflejar en letras. Ver para creer.
Soy Marcos, de la gente:
Luego de un ¼ intermedio estaban todos los concejales menos 1, Marcos Pernicone. ¿Dónde estaba? Sentado con el público, charlando con los presentes. La verdad, un simpático.