XII Fiesta Provincial del Automovilismo. Aprendimos y crecimos
Hablemos de nosotros, porque una fiesta popular debe ser el reflejo de un pueblo, no sólo de una administración municipal. Y la verdad es que hemos ido creciendo a la par de la fiesta o hemos empezado a entender que ser mediocres no sirve.
Reconozcámoslo. Hemos tenido algunas ediciones que, incluso con autos y pilotos presentes, no daba para promocionarla como fiesta provincial ni ahí. Estábamos lejos. Porque visitábamos otros pueblos donde se festejaba algún evento gastronómico, o cultural, o religioso…. y vimos que las cosas eran distintas. Ser buenos anfitriones no es sólo una cuestión de buena voluntad, se aprende, se estudia, se trabaja duro para eso.
Ya podemos compararnos, porque no vamos a quedar mal parados. Con más de un 70% de expositores y prestadores de servicios locales, Arrecifes tuvo una fiesta de alto nivel.
No se trata de la cantidad de gente que podemos reunir o convocar, se trata de lo que les ofrecemos una vez que llegan a Arrecifes. Y en los últimos años lo hemos venido haciendo bien. Las fiestas de Cicloturismo, el Encuentro Provincial de Danzas Folclóricas, la Fiesta del Automovilismo, los Encuentros de Motos… han tenido un sello de calidad. Y de eso se trata. Por qué hacer las cosas «mas o menos» bien si las podemos hacer bien? Si llevan el mismo trabajo y el mismo costo.
La organización de la XII Fiesta Provincial del Automovilismo se ocupó de promocionarla en los lugares donde había que hacerlo, se cocinó con los ingredientes que hacían falta, se habilitó la pista del Circuito Costanero para darle el marco que el deporte motor necesita, se expusieron joyas del automovilismo, vehículos que ya son parte de la historia grande del automovilismo, un patio de comidas armado con nivel, la industria y el comercio presentes para mostrarnos como una ciudad activa comercialmente y productivamente, un escenario que priorizó a los artistas locales, que ofrecieron espectáculos dignos de las reuniones más importantes de la música nacional, y una fiesta que no se politizó a pesar de estar a días de una elección trascendental.
Crecimos, maduramos y dejamos la mediocridad de lado. Probablemente esa sea la fórmula del éxito, aunque nada de esto se puede llevar a cabo si no estamos todos involucrados. Tanto el Municipio como la Cámara de Comercio y el Arrecifes Automóvil Club entendieron la necesidad de juntarse para que las cosas salgan como tienen que salir. Este ejemplo es el que debe tomar la ciudad para crecer, avanzar y dejar la mediocridad en todos los aspectos. No es suficiente con una gran fiesta; de nada sirve atraer las miradas de toda la provincia e incluso de varios puntos del país, sino demostramos que somos capaces de hacer lo mismo que hicimos este fin de semana, durante todo el año con nuestras instituciones, con nuestra cultura, con el turismo, con la salud, la producción etc… pero entre todos. Cuando hablemos, juzguemos, alabemos o critiquemos a nuestra ciudad, pensemos que todos somos parte de aquello que estamos poniendo en tela de juicio.
Probablemente en poco tiempo, el Municipio ponga en manos de un grupo de arrecifeños la organización de la Fiesta del Automovilismo. Ya ningún intendente podrá decidir si la fiesta se hace o no. Cuando esto ocurra, la vara será alta, mantenerla la misión. Si hoy nos sentimos orgullosos de la XII Fiesta, dependerá de todos que ese orgullo se haga carne, que seamos responsables, y que como vecinos -como buenos vecinos- trabajemos unidos para llevar bien en alto el título de Cuna de Campeones.
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