Cierra el Patio del Cunyi, un centro cultural que deja un gran vacío en el folclore zonal
Aprendí que folclore no es una chacarera, ni una pareja bailando zamba. El folclore encierra la raíz de lo que somos; música, danza, vestimenta, costumbres, historias y mitos, personajes y leyendas, un mate con buñuelos y un rancho en medio de la pampa o en los cerros… Aprendí que el folclore -sobre todo eso- tiene AMIGOS. Tal vez no de esos que conociste en la infancia ni los que te llaman para comer un asado cualquier día, sino esos que te dan la mano y te dicen «hecho», y sabés que podés confiar.
El folclore me regaló la mano sincera y honesta de Juan Navarrine de la ciudad de Salto. Juan encaró un proyecto cultural único en la región. La réplica de un típico patio santiagueño en plena provincia de Buenos Aires, creó «El patio del Cunyi». Un patio de tierra con un pequeño escenario donde vimos pasar desde figuras importantes y reconocidas del folclore, como grupos que están comenzado a andar un camino que tal vez los lleve algún día a los grandes escenarios nacionales.
Hasta el Patio del Cunyi llegaban cientos de bailarines y amantes del folclore a compartir una costumbre muy nuestra, un choripán, una danza, un mate y una charla. La energía que se generaba cada fin de semana en esa esquina de Salto fue una verdadera explosión folclórica, como nunca se había dado antes.
Este miércoles, Juan Navarrine comunicó a través de su página de facebook que cierra sus puertas. El patio no va a volver a recibir a grupos de músicos y bailarines que han dejado allí horas de felicidad y grandes amistades. Si la decisión es irreversible, el patio será para muchos un recuerdo imborrable, el ejemplo de lo que significa gestión cultural, un esfuerzo que tuvo su fruto pero que aparentemente es imposible de continuar. El Norte de la Provincia habrá perdido, entonces un bastión de nuestra cultura popular.
El Patio del Cunyi no fue un lugar estático, sino que se trasladó a varias localidades vecinas, incluyendo la nuestra en varias oportunidades.
Gracias Juan por tanta música, gracias por tanta danza y tantos apretones de mano, gracias por la mano el día que quisimos hacer un gran patio en el molino de Arrecifes y no sólo me diste una gran mano para eso, sino que estuviste con toda tu familia acompañándonos durante toda la tarde, eso fue para mi un gesto importante. Tu patio fue escuela para muchos de nosotros, los que estamos comenzando a dar nuestros primeros pasos en el folclore. Que la vida te devuelva en miles, lo que brindó tu lugar en Salto.
Mario Zaccaría
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