Un tropezón no es caída (Por Martín Tamassi)
Ricardo Gutiérrez cayó el primer partido de la serie semifinal de la APB. El lunes en Pergamino se juega la revancha y solo sirve ganar para forzar la serie a un tercer juego.
De las derrotas también se aprende y ahora no queda otra. El lunes hay que ganar o ganar, es así de simple: Si se gana se sigue, sino a esperar el 2015. Con ese escenario el conjunto tricolor irá el próximo lunes a Pergamino, con un solo objetivo en mente, conseguir la victoria que lleve la serie de semifinal a un tercer juego y ahí volver a triunfar.
Es que Gimnasia se llevó un juego clave el domingo, ¿Inesperado? No, pero si duro. Porque el conjunto de nuestra ciudad era la banca, porque era local y porque el haber ganado la fase regular le puso el mote de candidato en todas las llaves. Pero enfrente tuvo un rival inteligente, un rival que planteó un partido sin errores, que lo corrió desde el primer segundo y que encontró en sus mayores baluartes una noche que seguramente recordarán. Por el lado de Gutiérrez, se la bancó hasta donde pudo, corrió hasta donde le dieron las piernas, pero falló. En este tipo de encuentros los errores se pagan y los de Bóveda vendieron cara su derrota, Gimnasia parecía más concentrado en cada bola y muchas veces eso se vio en los rebotes.
El encuentro fue parejo, punto a punto. Incluso con los primeros dos cuartos favorables a los nuestros por tres puntos con un José García que parecía encendido, e incluso cerró su aparición en el segundo cuarto con dos triples y una penetración para dar vuelta un resultado por ese momento adverso.
Pero la grieta se vio en la segunda mitad, el tercer cuarto vio al Lobo más comprometido y con menos errores. Mientras que el Tricolor mostró lapsos erráticos, sin poder llegar cómodo al aro rival y con algunas desatenciones defensivas. Eso en un play off se paga caro y quizás con virtud del rival, pero con alguna falencia en el local la balanza levemente se comenzó a inclinar para los de Casesi, que encontró en Danloy, González, Álvarez y Suleta la llave del triunfo. Esa llave que Gutiérrez no pudo encontrar y ahora tiene la ventaja en contra.
¿Es imposible revertir la situación? No, para nada. Más allá del gran juego de Gimnasia solo la diferencia fue de cuatro puntos en el tanteador final y con un cuarto cuarto para el olvido, casi sin goles de campo. Es por eso que la esperanza está intacta, es por eso que la llave no está cerrada ni mucho menos y es por eso que por más que el Lobo esté 1 a 0 arriba deberán tomar muchos recaudos, porque saben lo que es Gutiérrez en las difíciles.
Los de Paqui con un poco más de actitud y mejorando defensivamente pueden dar vuelta la serie, la diferencia no fue amplia y el juego de la visita se lo vio sin fisuras. Y aunque Gimnasia pudo cerrar el juego a su favor, tuvo que trabajar y mucho frente a un conjunto arrecifeño que sin lugar a dudas y por decantación mejorará. Por el plantel, por el trabajo y por el orgullo. Porque a este equipo debes en cuando también le gusta que le mojen la oreja para demostrar de lo que es capaz. Y el domingo Gimnasia le mojó la oreja y donde más le duele al Trico, en su casa.