«Hasta siempre abuelo» (Por Adrián White)
Quería informar para quienes son amantes del tango y quizás alguna vez lo hayan escuchado en alguno de sus espectáculos donde ha participado, que en la madrugada del sábado 18/10 ha fallecido quien fuera mi abuelo, Ricardo Bautista (Caito) White a los 94 años de edad.
Nacido en la localidad de La Violeta en el partido de Pergamino el 9 de junio de 1920. Nieto de quien fuera fundador de dicha localidad. Fue bandoneonista desde los 20 años. Tuvo varias orquestas,allá por los años 40, entre ellas la orquesta Lopez-White, la que integró con quien fuera su cuñado Bruno E.López en la localidad de Santa Lucia y luego en los años 80 la orquesta «Tres Amigos y uno Más» acompañado por sus compañeros Torrado (canto), Galetto (guitarra) y Chapman (violín).
Ha participado en numerosos «Bandoneonazos» organizados por el «Quilmes Tango Club», acompañando en alguno de ellos al maestro Pugliese. Vivió en Quilmes desde el año 1945 donde se radicó junto con su esposa y el primero de sus dos hijos (hoy, mi padre) que venia en camino por nacer. Trabajó por mas de treinta años en el complejo «La Bernalesa» en la localidad de Bernal. Ya en los años 2000 se lo ha visto y disfrutado de su destreza musical con el bandoneón en Casa de Arte Doña Rosa, en las míticas versiones de Picnic. Durante muchos años ejecutó el bandoneón en el banco de San Martin y Alem en Quilmes, donde decenas de jubilados escucharon sus inolvidables partituras , compuesta de valsecitos, rancheras, y pasodobles de los años 40 y 50.
Fue toda su vida amante de la música tanguera interpretandola junto a su querido e inseparable compañero, su bandoneón, rodeando su existencia y la de sus seres queridos de una hermosa armonia musical, la que sonará por siempre en cada rincón del alma de cada uno de ellos y haciendo con ésto para él, sus «ganas de vivir». Fue compositor de numerosos tangos y valses, entre ellos, uno de los más conocidos como «Orgullo Serás».
Desde algún rincón del cielo nos seguirá deleitando con cada una de sus melodías que quedarán por siempre resonando en el alma y en el corazón de quienes las disfrutaron en su vida terrenal. Es un orgullo como nieto hacerlo saber a todos aquellos que alguna vez oyeron hablar de «Caito».
Hasta siempre abuelo !!!
Adrián White
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