El pasado fin de semana un nuevo hecho de inseguridad llamó la atención de un barrio entero, y puntualmente de Fito Alsina, vecino de Santiago H. Pérez y Av. Belgrano, que se dedica a trabajar con sus camiones de auxilio.
Fue justamente uno de sus camiones el que recibió un disparo, y justo frente a su casa, en la Escuela Nª 2 en la misma noche habrían roto vidrios de la puerta de entrada. En su cuenta de Facebook Fito escribió “Gente de arrecifes acá les dejo un ejemplo de lo que es nuestra ciudad por las madrugadas alcohol drogas armas todo vale en esta oportunidad me conformo diciendo tengo la suerte de decir este tiro pego en mi camión y otro en la escuela 2 podría ser un hijo de cualquiera de nosotros y como padre y como vecino digo hasta cuando la complicidad de algunos y el ojo ciego de otros va a permitir que esto pase”.
La rotura de vidrieras es un clásico de los fines de semana, algo que los jóvenes que frecuentan boliches del centro toman como modo de diversión. Este caso, obviamente, está un escalón más arriba en cuanto a la peligrosidad por el uso de armas de fuego.
Salvo que, como no pasa nada, la nueva moda sea andar a los tiros por ahí.