Somos una raza en extinción
Somos una raza en extinción, empezaron por cazarnos y terminamos dejándonos cazar.
Para explicarme mejor les cuento una charla en un taller hace algunas semanas. Me dijo un conocido comerciante de la ciudad: “Perdoname si te ofendes, pero te voy a decir qué pienso yo. El problema de ustedes los periodistas es que los compran por nada”.
Yo le contesté que no a todos, y que “son más los vendidos que los comprados”. No puedo probar si algún colega recibe dinero por decir o escribir sobre un tema. Si puedo asegurar que muchos aflojan la máquina, dejan sin tinta la pluma o prefieren la diversión por sobre el rigor informativo a la hora de ejercer la profesión. Hay de todo como en todos lados, pero que se entienda, no todos somos iguales.
También el lector u oyente tiene un compromiso que muchas veces no asume, porque si lees Clarín, sabes desde dónde se escribe. Y si lees Página 12 también. Si mirás TN sabes cómo interpretar el estado de caos en el que supuestamente vivimos los argentinos. Pero si miras determinados programas de la TV Pública, también podes comprender que Argentina no es ese paraíso progresista que refleja la pantalla estatal.
Afortunadamente, la guerra entre Clarín y el Gobierno K, sirvió para que la gente aprenda a interpretar – a nivel medios- desde dónde se genera la información. A nivel local, obviamente, no es muy diferente. Por eso a la hora de elegir medios los lectores y oyentes deben repetir ese necesario análisis, porque si hay algo que no falta en Arrecifes es variedad de medios.
A nivel periodistas que trabajan en medios respeto muchísimo el esfuerzo de mis colegas por realizar un trabajo digno, más allá de compartir o no estilos y estrategias, creo que hay en Arrecifes muchos periodistas que se esfuerzan por trasladarle a la población la información que se genera día a día. Algunos entregan inteligencia, otros esfuerzo, otros voluntad, cada cual desde dónde puede y tiene.
Respeto y sin doble discurso (digo, para que no se malinterprete) e insto a mis colegas a asumir mayor compromiso con el rigor informativo, los datos, a priorizar la veracidad por sobre la verosimilitud. Creo que ofreciendo un mejor producto, cada cual desde su lugar, podremos al fin y al cabo hacernos respetar en su justa medida, para valorizarnos ante la opinión pública sobre la que tanto influimos y cambiar nuestra imagen que, en mi opinión personal, no es buena.
Escribir con contenido, producir más, indagar mejor, evitar facilismos, unirnos, respetarnos, todo eso sería importante. Pero como lo veo difícil, al menos empecemos por cuestionarnos más frecuentemente si lo que hacemos es lo mejor que podemos hacer, si nuestro trabajo es eso que llamamos periodismo.
La unión hace la fuerza colegas, y estamos bastante débiles.
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