Los concejales del Frente para la Victoria y del Frente Renovador están enfrentados por cuestiones irrisorias que funcionan como excusa para disputarse el poder simbólico. En palabras claras, se disputan terreno para ver quien se la banca más, por no decirlo de forma más vulgar aún.
Y la disputa se dio en la última Sesión por una oficina del HCD en la que otrora funcionaba el justicialismo local y, según explicó José “Pepe” Aubalat, es el justicialismo quien dispone de dicha oficina desde 1983.
Ahora en ese despacho funciona el Frente Renovador, por razones que Jorge Eterovich resumió así: “Me lo piden a mí porque así lo dispone el Artículo 83 de la Ley Orgánica”. Con ese argumento dejó callados a los concejales, ante la imposibilidad de reclamar algo que nos es reclamable justamente al Presidente del cuerpo deliberativo, quien tiene la facultad de darle la oficina que le parezca a quien él considere.
“Venimos a este recinto a solucionar los problemas de la gente, no a ver quien ocupa un bloque y quién otro bloque. Es nuestra ideología hablar de los problemas de la gente y no pelearse por 4 paredes o una silla”, sentenció Eterovich en plena Sesión. El Presidente del HCD puso así paños fríos, al menos momentáneamente, a la cuestión.
Cabe aclarar que al comienzo de la Sesión, los ediles del FR se mudaron a los bancos del frente, dejando atrás a los concejales Pernicone, Arroyo y Aubalat.
Si bien Aubalat argumentó “me hubiera gustado consensuar las cosas”, y esa habría sido la razón de la molestia de los concejales del FPV, no hay que ser demasiado perspicaz para advertir que la cuestión de fondo es saber quién manda en el terreno justicialista local. “Pienso, Señor Presidente (en referencia a Jorge Eterovich) que usted va a cometer una injusticia, y aún estamos a tiempo de resolver esto”, expresó Aubalat aún ilusionado de que las cosas se resuelvan.
Pero no se resolvieron.
Pareciera que manda el que tiene el despacho más grande, y punto. Pareciera que mandar es todo. Pareciera que no pasa nada importante en el pueblo que algunos se preocupan por ver quién manda.
Ahora eso sí, mandan desde el despacho más grande.
Hay muchos marines de los mandarines que cuidan por vos las puertas del nuevo cielo.