Carta de una vecina sobre la inseguridad, el barrio Las Flores y el ejemplo de su tío.

Facebook suele funcionar muchas veces como una especie de terapia grupal en la que los usuarios vuelcan sus emociones y otros comparten, comentan y participan de la publicación. Hace pocas horas un escrito de Grisel Miranda, una vecina de Arrecifes que vivió una lamentable experiencia, se destacó en el grupo “Noticias de último momento” ya que sus palabras son un híbrido de crónica policial, nota de opinión, carta abierta y declaración de principios.

Desde Minuto Arrecifes nos contactamos con Grisel, le pedimos permiso, y publicamos sin ninguna modificación su publicación sobre la inseguridad, el barrio Las Flores y el ejemplo de su tío.

Dice así:

Amigos, estoy tan indignada. Tengo tanta bronca que no puedo contener. Hace unos meses falleció un hombre excepcional, maravilloso, solidario, siempre dispuesto a dar una mano a quien lo necesitara: mi tío, y desde ése día su casita quedó vacía, y al menos una vez a la semana, los vecinos nos llaman para avisarnos, que se meten de todo tipo de delincuentes en el terreno que corresponde a la propiedad.- Pusimos alarmas, tratamos de estar más que presentes en el lugar, y siempre lo mismo.- Hoy acudimos al llamado de una de las vecinas, y nos encontramos con un tiroteo, entre los chorros y la policía. Fue una locura. Los tipos le habían robado la cartera a una persona en la panadería Davini, y como los persiguieron trataron de deshacerse de las cosas justo en nuestra propiedad. Uno logró escapar por los techos de los vecinos, el otro quiso escapar y la policía logró reducirlo a los tiros, y al más chico lo encontraron dentro de una planta de laurel, gigante, que tenemos allí; creo que solo, los que nos encontramos en ésa situación, sabemos el odio que se siente, y las ganas de matarlo que te salen de adentro.- Cuando la policía lo sacó a la calle, los vecinos estaban enardecidos pidiendo que nos dejaran verle la cara, que no lo taparan, y les puedo asegurar, que estábamos preparados para hacer justicia con nuestras propias manos.- Lo único que pude hacer fue patearlo cuando lo pasaban frente a mí.- Y pensaba que si mi tío hubiera estado allí, se hubiera muerto del susto.- Todos los días lo mismo.- Siempre es el mismo, un tal Nico Martínez, de barrio La Cumbre.- Un pibe de unos 23 años.- Sentí que todos estamos tan indefensos, que tenemos las manos atadas, porque mañana ya va a estar en la calle nuevamente, él y el otro, y hay uno que sigue afuera.- El comisario me pidió que haga podar las plantas en forma urgente, pero siempre somos nosotros los que tenemos que hacer, y la justicia ? digo yo, que pasa?, alguien va a hacer algo para que éstos tipos no salgan por un tiempo al menos ? No, nada va a pasar.- Lamentablemente, el barrio que hace muchos años nos vio jugar al carnaval, en sus veredas, nos vio dar nuestras primeras vueltas en bici, a la hora de la siesta, y nos hizo sentir ése amor por las tardecitas cálidas, tomando mates con nuestros abuelos, ya no es lo que fue.- Mi querido barrio Las Flores, hoy todo cambió, y de allí sólo me quedan los buenos recuerdos de un tiempo feliz.- Qué tristeza ver que aquello que tanto significa para nosotros, para otros no vale nada.- Estamos a merced de éstos delincuentes, y no lo podemos cambiar, llevaban un machete para defenderse, o para amedrentar a los vecinos.- Todos nos quedamos en estado de shock. – No me arrepiento de haberle dado una patada, le hubiera hecho más si hubiera tenido la oportunidad, sentí que pisoteaban el recuerdo de quienes vivieron en ésa casa, sentí que lastimaban a mi familia, y la impotencia te hace irracional.- Siento que nos están ganando ésta batalla.- No tenemos como defendernos.- Pregunto, se puede hacer algo ????

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