Habemus Pappo
Finalmente llegó el día en que quedó inaugurado el ansiado monumento a Pappo, en la Estación de la Juventud, un mural alusivo con una guitarra hecha con partes de motores colgando sobre la pared.
Tarde de rock, alrededor de 500 personas se hicieron presentes para homenajear al Carpo, ver el monumento, escuchar hitasos como Rock and Roll y Fiebre o Ruta 66, presenciar este momento histórico tan lleno de significado para todos aquellos que aman la guitarra y el rock, ambas palabras sinónimo de “Pappo”.
Estuvo presente Liliana Napolitano, la hermana de Norberto, y volvió a emocionarse porque Arrecifes guardaba un lugar en el corazón de su hermano. “Gracias Arrecifes por este amor”, dijo Liliana.
Subió Tucho al escenario, Martín Duzac, un gran guitarrista, un gran tipo y un gran amante de Pappo. Todos sabemos que hubo muchos colaboradores en torno a la inauguración del monumento, pero el impulsor original fue él, quien soñó y movió cielo y tierra sin un peso para lograr homenajear a su ídolo. Tucho tenía puesta una campera de cuero negra, y cuando le dieron el micrófono dijo “esta campera si la acercas al amplificador acopla, porque era de Pappo. No puedo hablar mucho porque la emoción me está ganando, pero cuando me cuelgue la guitarra voy a hablar con ella”.
Y para continuar con las emociones habló Samuel Vellón, el alma mater del monumento y el mural. “La idea de que nosotros hagamos este mural surgió un día que estábamos con Tucho tomando vino fino natural, y pensamos este diabólico plan. Queremos que sea un lugar de culto, un lugar de encuentro. Simplemente está hecha la primera fase, porque pensamos intervenir todo el lugar, y a esta primera parte la denominamos Habemus Pappo”, dijo Vellón aplaudido por sus palabras y reconocido por su constante aporte cultural.
Luego se descubrió el mural, se dispararon todos los flashes, se emocionaron los autores y un par de motoqueros que andaban por ahí escondidos, que vinieron de lejos y aunque parecían salidos de películas yanquis tenían cara de buenos tipos, como Pappo.
El mural, una placa, otra placa más grande que dice “Gracias Pappo” y la guitarra Flying V colgada a 4,5 mt de altura, hecha con partes de motores y con micrófonos Chevrolet, seguramente es única en el mundo, especial para la foto de los turistas.
Ahí nomás llegó el rock, 10 bandas tocaron 2 temas cada una y ratifican la calidad de músicos que existen en la ciudad. La gente los aplaudió y de tanto en tanto coreaban “y dale Pappo, dale dale Pappo, y dale Pappo dale dale Pappo”.
Ahora la ciudad cuenta con un nuevo monumento que viene como anillo al dedo para seguir motivando esta movida de rock, de músicos y artistas independientes que desde hace un año se muestran cada vez más seguido. Tienen con que, y la gente espera ansiosa nuevas propuestas, muestras, shows y festivales.
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