Para variar: Roban un domicilio con una menor dentro de la casa
Ayer a las 19:00 hs se produjo otro hecho delictivo en la ciudad -precisamente en la calle Gerardo Risso 1060, entre Tucumán y Santiago del Estero – cuando la casa de la familia Paccapelo, dueños del comercio “TKM”, sufrió un robo realizado por un hombre mayor de edad, mientras que una hija del matrimonio, de 16 años de edad, estaba en la casa estudiando.
Según relató a MinutoArrecifes la dueña de casa, “estábamos en el negocio y mi hija estaba en casa porque tiene un viaje escolar y debía preparar algunas cosas. Ella estaba en la habitación, sintió ruido y fue al comedor, pero no vio nada y pensó que era el perro. Volvió a sentir otro ruido y al volver al comedor se encontró con el tipo”.
El sujeto ingresó por el patio, y luego forzó una puerta que da a la cocina de la casa. La misma estaba con llave y trabas, pero la levantó y dobló desde abajo. El hombre actuó a cara descubierta, y según suponen era un joven de entre 20 y 30 años.
Sandra Paccapelo explicó que “el hombre se quedó como sorprendido al ver que estaba mi hija en la casa, y le preguntó dónde estaba la plata. Mi hija le contestó que no sabía, y como estaba hablando con una amiga tenía el teléfono en la mano. El hombre se lo sacó y después agarró una camarita que estaba arriba de la mesa. Luego intentó ingresar a mi dormitorio, pero estaba con llave porque tenemos un perro que grande que sabe abrir la puerta, entonces cerramos siempre con llave”.
El hecho insólito es que el delincuente, al observar un televisor LCD, le pide ayuda a la jovencita para poder sacarlo. La chica, corajuda, le dijo que si él le devolvía el celular ella lo ayudaba. El teléfono hacía pocos días que se lo habían obsequiado sus padres. Finalmente el ladrón no consiguió desenchufar los cables, y cuando intentó llevar un reproductor de DVD al patio, la joven escapó y llamó a su madre con el teléfono inalámbrico fijo de la casa.
“Si no hubiera estado ella tenían todo el tiempo del mundo para llevarse todo. Mi hija tenía miedo de que estuviera armado. Se terminó yendo con un DVD, un celular y una cámara. Pero eso no importa, porque son cosas que se reponen. Pero ¿y el miedo?”, pregunta Sandra con la voz de una mamá preocupada.
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