Escuchemos a los que gritan, o terminaremos aturdidos
En los últimos 10 meses, el mundo cultural de artistas arrecifeños independientes estuvo ofreciendo una amplia variedad de espectáculos de buen nivel.
Demostrando una vigencia indiscutible, los mas experimentados dijeron presente en varias oportunidades. Por otro lado, una joven generación de talentos viene pisando fuerte en muchos espectáculos, y están haciendo tanto ruido que es más que pertinente reconocerles su influencia y repercusión.
Sin intención de posicionar a algunos sobre otros, ejemplificaré enumerando algunos casos, aun sabiendo que me fallará la memoria y olvidaré a muchos:
La presentación de “Delivery con lluvia”, el libro de Leo Gabilondo, que incluyó teatro, música (y que música!) y poesía en una misma noche.
“Que rujan los muros”, la exposición organizada por Jhonny Franco, también sirvió para mezclar música, dibujo, fotografía y pintura en diferentes expresiones.
El show a beneficio para la recuperación del teatro de la Sociedad Española. Una noche que el Regina explotó de talento, con bises hasta el cansancio pedidos por el público, y consagrados músicos arrecifeños ofreciendo lo mejor de sí por una causa solidaria.
El cierre de la revista literaria Arrecifes Sapiens, con la presencia de Botafogo.
“Pasaje Albania”, un restó-bar que abrió sus puertas para mezclar gastronomía y arte. Ofrecen shows variados en un ambiente original e intimista.
“La Novicia Musical”, monumental muestra de trabajo y empeño en un musical sin precedentes en la cultura de la ciudad.
Julia Ferrón, artista que festejó sus 10 años de trayectoria a una edad más que temprana, y que cierra un año de éxito y shows memorables.
TEN, el festival de música solidaria. Otra juntada exitosa de músicos que fue aplaudida hasta el cansancio.
Las diferentes presentaciones en la Biblioteca Pública.
La cultura es, entre otras definiciones, una forma de comunicación. La comunicación permite y mejora las relaciones interpersonales en una sociedad. Siempre que se habla de comunicación se habla de un emisor y un receptor, quienes inevitablemente son partícipes de la comunicación.
Partiendo de esta premisa, el trabajo cultural que realiza todo el mundo de artistas independientes debe ser doblemente valorado, y es necesario tomar conciencia de lo que genera. Del lado del emisor, los artistas, un gran esfuerzo por reflejar a fuerza de pulmón, una idea o pensamiento de la realidad que todos vivimos. Por el lado del receptor, el público, una idea o pensamiento nuevo sobre una realidad que vivimos y muchas veces no logramos entender, ni mucho menos paramos a reflexionar sobre ella.
En ese intercambio se dan y se reciben múltiples valores, sensaciones, vivencias y experiencias que se transmiten entre todos, artistas y público. Se vive a flor de piel la solidaridad, se dejan a un lado las diferencias materiales entre clases. Nos reímos, lloramos, nos abrazamos, nos saludamos, nos juntamos, nos rozamos. Básicamente nos comunicamos. Toda esta variedad de vivencias se concentran y exteriorizan cada vez que se da un espectáculo artístico. Sólo hace falta presenciar uno para comprobarlo.
Es común, en determinado ámbito cultural, escuchar reiteradas quejas relacionadas con la poca presencia del Municipio en cuanto al trabajo cultural. Si bien una cosa no quita la otra, la opinión del Director de Cultura Municipal es que se trabaja principalmente el aspecto inclusivo de la cultura para con los estratos sociales más bajos. Amplia variedad de cursos municipales, cine en las escuelas y barrios, espectáculos y ferias gratuitas son el caballito de batalla en lo que respecta a la cultura ofrecida por las autoridades municipales.
Desde la vereda de enfrente de los reclamos se pide la presencia de un coro municipal, una sinfónica de niños, obras de teatro gestadas localmente, escuelas y/o talleres culturales, espacios de interacción cultural, promoción de artistas, etc.
Se puede y se debe llegar a un acuerdo entre todos. Es prioritario y posible, porque se reclama de un lado y se espera con las puertas abiertas del otro. Y en el medio de todo esto hay una ciudad que da claras señales de agradecimiento respondiendo con presencia y aguante.
Las letras, los acordes, los pinceles, las danzas; los artistas, los artesanos; los shows, los teatros, las ferias, los bares; la conjunción responsablemente proyectada de todas estas cuestiones sonará mucho más fuerte que un aplauso, y provocará la erupción de un volcán dormido bajo las calles de la ciudad. Arrecifes pide a gritos que la escuchen, que no la callen. Escuchemos a los que gritan, o terminaremos aturdidos.