El viernes en la Biblioteca Pública Municipal se realizó un recordatorio y homenaje a Santiago H. Pérez, enmarcado en los festejos por el Día del Periodista, en memoria y reconocimiento de un periodista asesinado en el año 1915, que da nombre a una de las calles más céntricas de Arrecifes.
El acto, organizado por la Biblioteca Pública y por la Asociación Cultural Sanmartiniana, fue conducido por Stella Arzuaga y Mario Zaccaría, y contó con la presencia de familiares de Santiago Hilario Pérez, quienes se mostraron gratamente sorprendidos y agradecidos por el homenaje que recibió quien recibió uno de los integrantes de la familia Pérez.
Oriundo de Luján, Santiago Hilario Pérez fue un periodista corresponsal del diario La Nación, asesinado por matones contratados, en venganza de sus escritos audaces sobre los funcionarios políticos de turno. Los Pérez narraron anécdotas relacionadas con Santiago Hilario, y contaron entre otras cosas que muchos integrantes de la familia fueron y son concejales, diputados, y otros puestos relacionados a su participación política. El puntapié inicial fue el asesinato de Santiago H., quien produjo luego que sus familiares directos se involucren en la militancia, y así fueron heredando la vocación las siguientes generaciones.
Luego de un repaso por la vida personal del homenajeado, se descubrió una placa grabada con su nombre que será exhibida en la entrada de la Biblioteca Pública. Se realizaron también ofrendas florales para los Pérez, y algunos de ellos hicieron uso de la palabra.
Distinciones a los periodistas locales
Luego del recordatorio de Santiago H. Pérez, el acto giró en torno a la entrega de diplomas a los periodistas locales, en reconocimiento a su trayectoria y como festejo por el Día del Periodista.
Recibieron diplomas Vanina Izquierdo, Pablo Cullen, Ana Villalba, Hugo Páez, Maximiliano Sabaté, Gregorio Uriarte, Mónica Tévez, Agata Musladino, César Fiscina, Fernando Vilaltella, Silvio Maderna y Jaime Perelsztein.
Charly Oviedo interpretó con su guitarra 2 canciones alusivas, y al finalizar se ofrecieron empanadas, gaseosas y vino.
Cabe resaltar la impecable organización del evento, la evidente labor previa y de producción, y la excelente y necesaria iniciativa de homenajear a Santiago H. Pérez. Un acto impecable, reconfortante y muy cálido.