La fecha visagra
La 7ma, aunque inconclusa, rompió el torneo. Villa y Obras que ganaron están en la cima con 13, un punto arriba de Sportsman que quedó debiendo su partido. Sanfra, libre, sigue con 10 y abajo la pelea con por el sexto lugar entre Brown, Huracán y Palermo.
Con el homenaje a Pablo Zabaleta como previa, Huracán y Obras jugaron el sábado por la noche anticipando el resto de la fecha. Dos equipos con apellidos más que importantes para nuestro fútbol a solo un punto de ventaja buscando ser cazadores de Sportsman o bien presa de Palermo, Villa y Brown que jugaban al día siguiente. El cassette que cuenta que los clásicos son cerrados y trabados mordió la cinta y se le dio play a un encuentro con ritmo, con mucho ritmo, en el que los dos supieron bailotear sin pisarse los pies. Parecía que El Azulgrana era más que era el que marcaba el paso, pero de repente El Globo se soltaba con una contra por lo que el primer tiempo fue un tobogán de emociones en la placita de ésta 7ma fecha, decisiva. En la segunda parte, volvieron los lentos. Los dos bajaron un cambio, dejaron de cambiar ataque por ataque, golpe por golpe y Huracán se asentó mejor, incluso consiguió la ventaja a través de un pase (disfrazado de centro) a Diego Herrera que llegó por el medio para cabecear y poner las cosas 1 a 0. Sin embargo, el conjunto de Cerícola no tuvo tiempo ni de acomodarse la pilcha tras los festejos cuando Mancini mandó a Garavento (que había ingresado 20 minutos antes) a bañarse. El tobillo de Lette valió la segunda amarilla y con 10 a El Globo las cosas se le hicieron más difíciles que silbar «Bohemian Rhapsody» y un poco con oficio y otro tanto con ese jugador que no se ve pero cuando se pone tu camiseta te hace ganar partidos, un remate de Marcelo Álvarez que tenía como destino dejar una huella más en el tapial blanco fue a dar a la cabeza de Matías González que hizo el movimiento necesario como para cambiarle el rumbo a la bocha que se terminó por meter en el ángulo más lejano de Lombardo. 1 a 1. Y aprovechando el envión, un centro al área, Duré inexplicablemente solo cabecea y le da la victoria a Obras porque Huracán pese a los intentos ya no tendría como, ni por donde, quitarle los tres puntos.
Tres puntos que al día siguiente, ya con este resultado en los diarios, tenían un plus para quien los consiguiera. Y Villa tuvo que trabajar horas extras para poder hacerlo. Fichó a horario, porque mientras algunos recién se estaban poniendo el overol, ya ganaba 1 a 0. Sumich definiendo de cabeza. Pero eso hizo que se creyeran con el laburo terminado y Santa Lina, pico, pala y Dominé lo igualó. Uno de los mejores delanteros de esta Liga, arrancó de izquierda al medio sacándose hombres de encima, descargó y fue a buscar al área, recibió de espaldas, aguantó de pecho y sacó una media vuelta fantástica, soñada, que se metió en un rincón y debió valer por dos, pero no, fue solo el empate y no alcanzaría porque Sumich volvió a anotar y porque después Sánchez hizo cumplir la Ley del ex y sentenció el partido con el tercero para los de Gabilondo, hasta el viernes 25 de mayo (el partido fue reprogramado por las malas condiciones del campo de juego del Municipal de Carmen) que Sportsman juegue ante El Fortín, uno de los punteros.
Posición a la que Brown no podía llegar, pero si arrimar y en las últimas dos ver si alcanzaba la nafta para colarse al menos, segundo, mientras Palermo con los bolsillos medios vacíos se jugaba la última ficha en la ruleta de este Apertura que lo tenía como el 7mo en cuestión. Pero Elel, como aquel De Narváez de hace algunos años, tiene un plan y Palermo sigue su política. La cosa es ponerla en campo contrario para que Lombardo apriete la R de rapidísimo y así economizar en creación y gestación de juego y poner todos los esfuerzos en la recuperación. De todos modos, y paradójicamente los goles vinieron por sendas pelotas paradas. Una en el primer tiempo, centro que peinó Lombardo y que Ayala terminó de meter contra su propio arco y en segundo, envío cerrado de Facundo Maurizi y ex arquero de Todd que vuelve a fallar y la bola se le mete por debajo del cuerpo. En el medio, hubo un partido en el que Brown tuvo a disposición campo y pelota. ¿Eso significa que controló el partido? No. Porque con la ventaja El Cervecero lo dominó desde lo anímico y hasta desde lo psicológico. Y se llevó una victoria que le permite estar ahí. En la lucha. Le queda un solo partido. Y sus rivales directos son Brown, Sanfra y Huracán. Música de suspenso para el final del Apertura.
Diego Amaya
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