Las perlitas en un Minuto
Tarea para la casa:
La lógica indica que los concejales deben leer todos los asuntos, despachos y proyectos previamente. Si así lo hacen, no se explica por qué al secretario del Concejo, Fabián Reyna, se le pide que lea cada carta, proyecto o resolución (algunas muy extensas) nuevamente.
Redundar o no redundar, esa es la cuestión:
Algunos concejales piden la palabra para volver a repetir lo dicho o leído. ¿Hace falta?
El secreto de sus ojos:
Los ediles que se miran y hacen morisquetas cuando habla otro concejal. Los que se sientan adelante, casi siempre, salen perjudicados.
El que calla otorga:
La poca asistencia del público, con tantos temas en debate, preocupa. Mérito aparte para los jóvenes militantes de La Cámpora presentes, que se quedaron hasta el final de la sesión.
La cereza del postre:
La irrespetuosa broma que le hicieron a Walter Bochatay, del FAP, que debió pararse en medio de la sesión porque alguien envió empanadas a su nombre. El concejal explicó lo sucedido en medio de la sesión, y provocó carcajadas en los presentes. Periodistas y público, desilusionados, pensaron que cenaban gratis…
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