El Laboratorio Regional emplazado en el INTA Pergamino, una mirada al futuro en tecnología y organización.
En diciembre de 2010, el Centro Regional Buenos Aires Norte del INTA inauguraba un laboratorio de innovadoras características que se proponía desde su génesis un cambio central en cuanto a formas de labor y gestión.
Este laboratorio, emplazado en el predio del INTA Pergamino, se pensaba a principios de 2004 como un fuerte nodo en una red de laboratorios que sería mucho más eficiente en cuanto a recursos físicos, humanos y económicos.
“Ahí veíamos que necesitábamos realizar un cambio basado en varias razones. Una de ellas era la obsolescencia de nuestras instalaciones, el hecho de contar con equipamiento de alto nivel tecnológico que no tenía condiciones adecuadas. También teníamos en cuenta que el equipamiento es muy costoso y se pone obsoleto a corto plazo, con lo cual se hace necesario lograr un máximo aprovechamiento del mismo. Y fundamentalmente la necesidad de posicionar en las próximas décadas al Centro Regional en lo que se refiere a la captación de fondos por Proyectos. Básicamente lo que se pensó en primer momento fue en un Laboratorio del tipo Regional en el que se pudieran concentrarse la mayor parte de los laboratorios que estaban funcionaban”, contó Jorge Carrete, a cargo del Laboratorio del INTA Pergamino.
La red de laboratorios, se crea a partir de los laboratorios existentes en el ámbito de la regional, integrada por nodos de alta (Pergamino), media (San Pedro) y baja (General Villegas) complejidad, cuyo propósito es interactuar entre sí y con otras redes.
Desde aquel momento desarrollar, adaptar y validar técnicas y procedimientos de laboratorio, se ve revestido por innovaciones tecnológicas como así también en formación de recursos humanos; asistencia a los distintos grupos de trabajo de las Estaciones Experimentales; Proyectos regionales, Proyectos nacionales, así como instituciones y el sector privado.
“Creo que son varios los motivos por los cuales este laboratorio está teniendo tanto renombre. Aquí tenemos una superficie de 2700 m2 cubiertos íntegramente dedicada al laboratorio, cumpliendo con todas las normas y con un equipamiento ubicado en las condiciones óptimas para su funcionamiento; y creo que también ha influido la forma en la que nos organizamos. Tenemos un muy buen equipamiento y entendemos que en corto plazo va a mejorar muchos más ya que tenemos pedidos varios equipos prontos a ser financiados”, agregó Carrete.
“El Nodo Pergamino de la Red Regional de Laboratorios es un producto más, un producto muy importante, pero sólo uno más, de una cadena de iniciativas que tienen como objetivo mejorar las capacidades institucionales del Centro Regional Buenos Aires Norte, de modo de facilitar el alcance de los objetivos y metas del INTA en la región”, explica Rolando Hernández, Director del Centro Regional Buenos Aires Norte. “Permite asumir mayores compromisos a nivel regional contribuyendo a la excelencia del sistema de investigación y desarrollo y de transferencia y extensión del Centro Regional Buenos Aires Norte”, agrega; y concluye “favorece la contribución del INTA al desarrollo regional, que significa contribuir a mejorar la calidad de vida de toda la gente que vive en la región”.
Números y más
Dentro del Laboratorio del INTA Pergamino funcionan bajo el mismo techo los laboratorios de Biotecnología; Calidad de Aguas, Suelos y Alimentos; sumándose a ellos el Laboratorio de Semillas. Estas modificaciones representan una innovación a nivel organizacional ya que para que su funcionamiento sea óptimo se creó una nueva Área de Investigación de Laboratorio.
“Hay un hecho significativo en la organización de este laboratorio, -explicó Carrete- ya que en la Experimental tenemos un área de investigación que hace que los laboratorios sean independientes de los Grupos de Trabajo de la Experimental, de modo que todos los profesionales del Centro Regional pueden interactuar con el laboratorio”.
Esta independencia es positiva porque facilita el acceso de todos los profesionales. Tanto la generación del Área de Investigación como la formación de este gran laboratorio de Calidad de Alimentos Suelos y Agua constituyen dentro de la institución innovaciones de orden organizacional.
Los 2700 m2 cubiertos cuentan con salón de recepción que funciona tanto para el ingreso de personas como de muestras; 44 salas de laboratorio, diseñadas en base a las necesidades del equipamiento disponible, de espacio para los laboratoristas y con adecuada iluminación natural; 13 campanas para la extracción de gases, dispuestas estratégicamente, para que sirvan de elementos de seguridad en todos los casos en que se requieran su uso; 6 cámaras de secado y frío; 1 cámara de incubación; 3 drogueros; dos habitaciones destinadas a depósito; 11 oficinas equipadas para los profesionales; salón de reuniones, adaptado para la disertación de seminarios, cursos; salón de estar para el descanso del personal; y sala de primeros auxilios.
Además, tiene un área de servicios generales, desde donde funcionan los servicios centralizados de agua destilada, aire comprimido y vacío, que son distribuidos desde allí a todas las salas mediante un sistema de distribución.
Por otro lado, estas instalaciones cuentan con un depósito para deposición de residuos peligrosos y otro para el almacenamiento de gases especiales. La continuidad en el suministro eléctrico está asegurada a partir de un generador de 500 Kva de potencia.
Hay que estar preparado
Una obra de estas características conllevó a que el tema seguridad fuera de gran importancia, y en ese sentido se ha logrado que el laboratorio no elimine residuos al ambiente. Éstos son recolectados y depositados en una zona del edificio especialmente adaptada a esa finalidad. Pero además la seguridad de las personas fue especialmente cuidada, contando hoy con 13 puertas de escape, manual de seguridad y manual de contingencia a lo que se suman capacitaciones permanentes en la materia.
El área cuenta con unos 12 profesionales de distintas carreras: ingenieros agrónomos, médicos veterinarios, bromatólogos, químicos, bioquímicos, biotecnólgos y biólogos todos con alta capacitación. Actualmente, exceptuando a cuatro agentes que están en proceso de capacitación para obtención de sus maestrías, el resto de los profesionales cuentan con títulos de posgrado en maestrías y doctorados.
Por su parte, el personal auxiliar también está capacitado, porque el equipamiento de última generación con que cuenta es complejo y requiere de formaciones continúas, del mismo modo, son permanentes los cursos de Seguridad e Higiene que llevan a cabo.
El trabajo a conciencia, permitió que este nuevo laboratorio se encuadre con el cumplimientos de las normas ISO 17.025 que es una norma que acredita al laboratorio como idóneo en las actividades que realiza, es decir en la calidad de los análisis.
De puertas abiertas
La vinculación que emerge a partir de esta innovación, también está a la vista pues además de los 30 agentes que se desempeñan en el Laboratorio se trabaja para que mayor cantidad de personal proveniente de grupos de trabajo de universidades también sea parte del espacio.
En este sentido existen fuertes vínculos con las Universidades Nacionales: del Noroeste de provincia de Buenos Aires (UNNOBA), Rosario (UNR), La Plata (UNLP), Buenos Aires (UBA), Luján (UNL) y con una serie de universidades que potenciarán no sólo las capacidades de personal, sino también la interacción.
A este vínculo con el sector científico se suma además el contacto con empresas privadas que históricamente han trabajando con la institución y que ahora ven en todas estas innovaciones una gran potencialidad con miras al futuro.
En esa línea, Jorge Carrete explicó que “Los laboratorios de Pergamino prácticamente desde su creación vienen colaborando con la actividad privada. Este es un laboratorio que hace investigación y presta servicios, tanto internos como externos. De modo que la idea es también colaborar con las pequeñas, medianas y grandes empresas de la región teniendo en cuenta que hoy contar con un laboratorio de alta tecnología es prohibitivo para la mayoría de las empresas incluso hasta para las multinacionales. Creo que si bien esto lo estamos haciendo en el presente, se va a ir incrementando en el futuro, obviamente sin que esto afecte el funcionamiento del laboratorio en cuanto a los servicios que presta puertas adentro de la institución”.
Una recorrida por el Laboratorio
El Área tiene tres laboratorios, uno de ellos es el de Biotecnología donde se trabaja en marcadores moleculares para maíz y también para mejoramiento de Forrajeras, a lo que se agregará en el futuro cercano trigo.
Sofía Olmos, se desempeña en ese sector y haciendo un repaso histórico recordó que ese laboratorio surgió como apoyo al Programa de mejoramiento de maíz el INTA Pergamino
“Trabajamos en mejoramiento asistido por marcadores moleculares que es una tecnología relativamente nueva que permite acelerar el programa de mejoramiento o la selección, producción de nuevas variedades o líneas. Identificamos genes o regiones de los cromosomas que estén relacionadas con la calidad del aceite de maíz, básicamente lo que está relacionado con producción de alto oleico que es un carácter que se busca pues se quema poco”, dijo Sofía.
Pero además se trabaja en resistencia de enfermedades en maíz, de importancia no sólo para la zona sino también para el país. Por otro lado también se han iniciado labores en cuanto a eficiencia del uso de nitrógeno para lograr variedades cultivables en ambientes marginales o con problemas de déficit hídrico.
Olmos se mostró complacida por la nueva forma de trabajo al remarcar que “tenemos más espacio y es un ambiente más propicio, el grupo electrógeno es fundamental porque sino tendríamos problemas para hacer funcionar todos los experimentos ya que quedan durante la noche y necesitamos tener la seguridad de que no se van a interrumpir. Por otro lado también es importante la posibilidad de interacción con el resto de los compañeros de trabajo, es interesante compartir espacios, surgen charlas, y enriquece el trabajo de todos”.
Por otro lado, el nuevo Laboratorio también interactúa (aunque no comparte edificio) con el Laboratorio de Semillas dedicado a la tecnología de semillas, con años de existencia y reconocimiento. Allí hacen análisis de calidad física, fisiológica y sanitaria de semillas, según normas ISTA (International Seed Testing Association) y habilitación del INASE (Instituto Nacional de Semillas). Prestan asistencia técnica en producción de semillas y control de calidad.
Sin dudas el Laboratorio de Calidad de Alimentos, Suelos y Aguas, es el de mayor envergadura ya que cubre las necesidades de análisis de suelos, aguas y todo lo relacionado con evaluación de materias primas, principalmente vinculadas a mejoramiento genético.
Para comprender la complejidad de este gran laboratorio, vale destacar que en menos de un año de funcionamiento y aunque aún resten ajustes propios de las nuevas formas de trabajo, ya cuentan con cifras que superan las 130 determinaciones, “para eso este último laboratorio tiene una organización interna particular estando dividido en distintas áreas con sus correspondientes profesionales responsables” agregó Jorge Carrete.
Aquí vale destacar que el INTA Pergamino tiene esa área como una de las más importantes, pues históricamente se hizo mejoramiento de girasol, forrajeras, trigo y maíz. A ello se suma ahora la posibilidad de analizar todo lo relacionado con forrajes, raciones para rumiantes y monogástricos, aves y cerdos.
Mariana Alegre, es una de las especialistas que se desempeñan en este sector y comentó que uno de los trabajos importantes que allí se están haciendo es el de análisis de rendimiento en etanol, particularmente en maíz. “Comenzamos a trabajar desde marzo del año pasado, ya habíamos hecho el trabajo previo de desarrollo de equipos para poder hacer estos análisis. Llevamos analizados aproximadamente más de 200 muestras provenientes de proyecto de INTA, y también muestras de empresas del sector que están preparando materiales, evaluando materiales a utilizar para la producción de bioetanol a partir de 2013. Hay mucho interés en el sector ya no hay nadie que haga evaluaciones de este tipo. La particularidad es que nosotros utilizamos las etapas que se cumplen en la industria”.
El sorgo, es otro de los cultivos que está incorporándose en los análisis que el Laboratorio puede hacer, en esta línea Alegre indicó que se hicieron “evaluaciones de algunos materiales de sorgo granífero del INTA Manfredi, también hay mucho interés de las empresas por esto. Hicimos también de un trabajo de tesis y del INTA Manfredi sobre materiales de sorgo azucarado, ahí ya la materia prima no es granos, sino jugos obtenido de la extracción de la caña del sorgo, pronto tendremos resultados para presentar”.
Mariana Alegre destacó repetidamente las ventajas de las formas de trabajo logradas a partir de la unificación de los laboratorios y la creación de un Área de Investigación en la materia y anunció que eso está posibilitando “comenzar a trabajar en un sistema de calidad para que el laboratorio trabaje de la mejor manera y utilice de mejor manera los recursos. Y a eso le sumamos las buenas instalaciones que tenemos, tenemos cámaras grandes donde podemos conservar de la mejor manera las muestras, eso es importantísimo, sobre todo cuando hacemos validación de métodos. Hoy muy pocos laboratorios tienen espacio adecuado para conservar muestras”.
Al pasar por la zona de Suelos y Aguas encontramos a Juliana Torti, una joven profesional que comentó detalles de las labores que allí se realizan y que van desde análisis químico de suelo y agua; a análisis físico de suelo. En la parte química de suelos con análisis de las determinaciones de PH, conductividad, carbono, nitrógeno, fósforo, capacidad de intercambio catiónico, azufres de sulfatos y cationes.
“Los productores que quieren que quieren evaluar la fertibilidad del suelo para luego fertilizar para las siembras; y también hacemos los análisis de suelo que demanda la Experimental” comentó Torti.
En agua se hacen análisis químico, PH conductividad, añones y cationes, sobre eso Juliana explicó que “Hay poca demanda externa al INTA. Todo lo que hacemos es fundamentalmente para grupos de investigación del INTA Pergamino, especialmente al Grupo de Gestión Ambiental que trabaja en aguas subterráneas y nosotros también trabajamos en calidad de aguas superficial. Tenemos tres tesis en desarrollo, e interactuamos con el grupo de Gestión Ambiental evaluando la calidad de la cuenca del Arroyo Pergamino”.
La profesional además destacó que “cuando se construyó el edificio se tuvo muy en cuenta el seguimiento de las normas de higiene y seguridad, entonces uno se siente mucho más seguro. Antes teníamos elementos de seguridad, pero esto está pensado desde su construcción, todo es más moderno y hecho a medida”.
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