Daniel Bolinaga se reunió con Amado Boudou en Mar del Plata
Frente a la playa, en el restó marplatense La Bita, cobró fuerza una idea que gana terreno en el kirchnerismo: avanzar en la discusión de una reforma constitucional. El planteo quedó explícito ayer en un almuerzo colmado de intendentes, legisladores y dirigentes bonaerenses convocado por el vicepresidente Amado Boudou. Ante la tropa, el ex ministro de Economía avaló el debate y propuso que arranque ahora mismo.
De la lista improvisada de oradores, sorprendió el discurso corto pero contundente de Fernanda Raverta, diputada provincial de La Cámpora, que se refirió a la continuidad del «proyecto» y propuso modificar la Carta Magna para permitir otro mandato de Cristina Kirchner. Al cierre del cónclave, Boudou retomó el asunto y consideró que los «temas constitucionales» hay que debatirlos ahora y no «dentro de tres años.
Ayer, durante las dos horas y media de reunión, no hubo muchos detalles sobre la eventual reforma, pero sí un respaldo unánime a la Presidenta. «No entiendo por qué algunos se empecinan en hablar de poskirchnerismo; eso es traición a la patria», afirmó Boudou. A su lado asentía Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados y hombre del interior bonaerense, que semanas atrás se mostró en favor de una revisión para darles rango constitucional a medidas adoptadas por el Gobierno y profundizar el federalismo. No incluía corregir el artículo que sólo habilita la reelección por un período consecutivo, como sí propone un sector del kirchnerismo duro.
La reunión, que contó con alrededor de 80 comensales, mostró una paleta heterogénea: jóvenes de la agrupación creada por Máximo Kirchner, jefes comunales del interior, referentes del PJ y un puñado de funcionarios.
Antes del almuerzo, el vicepresidente participó de la promoción de la Fiesta de la Vendimia, en el hotel Hermitage, junto con el gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, y el titular de la Anses, Diego Bossio. Llegó al restó, ubicado en el Yacht Club, cerca de las 13.30, donde lo aguardaba un grupo nutrido de dirigentes.
Allí había, además, una avanzada de legisladores nacionales, como Aníbal Fernández , Carlos Kunkel, Teresa García, José María Díaz Bancalari, y los camporistas Mayra Mendoza y Eduardo de Pedro. También ocupó un asiento la diputada Diana Conti, quien aun antes de que la jefa del Estado anunciara su candidatura clamó por una «Cristina eterna».
Boudou deambuló por las mesas, conversó con intendentes cercanos y se tomó un rato para departir con Horacio González, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, y el vicegobernador Gabriel Mariotto, ahora a cargo de la administración, de paso fugaz por la reunión.
Almuerzo y discursos
Hubo charla distendida, con vista al mar, y menú variado de asado, lechón, pescado y pollo. Después de la comida, todos pasaron a un salón contiguo, para una charla militante sin libreto ni orden. Comenzaron a arrimar sillas y, de a uno, tomaron la palabra. Todo transcurrió, desde el comienzo, como un ida y vuelta generacional dentro del partido.
El pedido unánime de los intendentes -representado en la intervención de Daniel Bolinaga, de Arrecifes- fue diálogo con el gobierno nacional y trabajo junto con la provincia. En total, participaron unos 40 jefes comunales de la segunda, cuarta, quinta y sexta sección electoral. Entre otros, asistieron los de Carmen de Areco, Rojas, San Andrés de Giles, Chacabuco, General Pinto, Alberti, Bahía Blanca y, casi en su totalidad, los de la quinta, que acercó Juan Pablo de Jesús, amigo de Boudou y jefe comunal del Partido de la Costa.
Fuente: LaNación.com (Jesica Bossi)
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