Crónica de un casi final anunciado
El comienzo de la sesión deliberatoria no fue diferente a una de rutina. Salvo, claro está, que en lugar de haber 4 ó 5 personas escuchando como de costumbre, estaba repleto de empleados municipales. Pasillos llenos, sala colmada, bombos y petardos afuera, gestos, murmullos y acotaciones indebidas por dentro. Durante algunos momentos la sensación era similar a la de un partido de fútbol, se aplaudía al concejal que jugaba de local y se repudiaba a quienes jugaban de visitantes. Clima tenso, algo se veía venir…
Roberto Donnola fue el primero de los concejales que intentó irse a su casa. Imposible, lo pararon en la puerta y ante el nulo intento de un diálogo conciliatorio debió dar marcha atrás y prácticamente refugiarse.
Afuera, entre las 21 y las 22 hs los insultos estaban en un pico de rating, aquéllos que más fuerte o de manera más creativa ofendían eran beneficiados con aplausos y la aprobación de sus compañeros. Los empleados municipales, visiblemente exaltados, buscaban a sus “rivales” opositores para gritarles lo que sea.
Adentro, los pasillos eran testigos de análisis improvisados de varias personas que pensaban en voz alta. Hermanos de, amigos de, empleados de, periodistas de, todos debatiendo sobre la situación actual. Algo es algo, al menos ya no se debatía el incremento de las tasas municipales, sino sobre el evidente y explícito juego de roles en la pelea político/sindical por demostrar quién es más poderoso. En lenguaje cotidiano sería quién los tiene más grandes.
Luego un grupo de aproximadamente 15 mujeres ingresaron al pasillo y comenzaron a hacerse sentir, o sea, golpear puertas y bancos y gritar más improperios. De a ratos se sumaban algunos compañeros. Finalmente se abre una puerta y la concejal De Paris, menospreciada por algunos por su condición de nueva en el Concejo, dialogó con quienes reclamaban “que den la cara”. No hubo acuerdo.
Media hora más tarde, cerca de las 22:30 hs, Adelqui Nicola transmitió a los presentes, Maury incluido, que los concejales aprobarían el presupuesto tal como lo envió originalmente el intendente Bolinaga. Parecía que estaba todo solucionado, pero no. “Si no lo entregan por escrito y firmado no hay trato, porque a las palabras se las lleva el viento”, le contestó a Nicola el Secretario General de los municipales.
Veinte minutos después sus pedidos se convirtieron en realidad, a medias. Los concejales Braña y De Paris aseguraron (por escrito) que mañana (por hoy) a las 12:00 hs se tratará en la Sesión 9° de Asamblea Extraordinaria el “Proyecto de Ordenanza presentado por el Departamento Ejecutivo Municipal sobre la Programación de Recursos y Presupuesto de Gastos de la Municipalidad de Arrecifes para el ejercicio económico financiero del 2012”; y la “Reconsideración del Proyecto de Ordenanza Fiscal e Impositiva presentado por el Departamento Ejecutivo Municipal para el ejercicio fiscal 2012”.
Listo, a casa, todos contentos, al menos hasta mañana que va a suceder lo ineludible.
La cereza del postre fue el brote de cólera de Sebastián Reigosa cuando ya no quedaba casi gente, descargando su rabia por lo sucedido con gritos e insultos, algunos de ellos directamente dirigidos a Marcos Pernicone, quien le pedía calma.
Comente esta nota
comentarios