Todos hemos pasado alguna tarde frente al Plaza, un lugar clásico de nuestra ciudad, y hemos observado que cada una de las mesas dispuestas en la vereda, cuenta con una sombrilla. Cada tarde, luego del horario en que cumplen la función de cubrir del sol, las mismas se lavan y se acondicionan para el día siguiente.
El pasado martes, cuando se iban a guardar las sombrillas en su lugar, el personal del bar notó que faltaba una. Si, se la habían robado de la calle, de plena calle Rivadavia y Ricardo Gutiérrez. Por supuesto fue hecha la denuncia correspondiente, y no deja de sorprender la audacia de llevarse un elemento que mide casi dos metros de largo y que en los primeros metros del trayecto realizado por quien o quienes se la robaron, llevaban algo por demás identificable en la zona.
Fue como llevarse un surtidor de una Estación de Servicio, o un changuito de un supermercado… en los primeros metros cualquiera sabe de donde salió el elemento que te estás llevando… pues nadie vio nada… Al Plaza le falta una sombrilla, y espera que aparezca…