Futbol
Como muchas veces suele pasar, son mejores las vísperas que el hecho en si. Y esta nueva edición del clásico cumplió con esa premisa. Mucho agite en la semana por las redes, un buen marco de público, pero el desarrollo del partido desde el inicio mismo aplastó toda la pasión que siempre se generar a partir de este cruce que es el más esperado por las parcialidades de ambas instituciones.
Mejor Huracán en los primeros minutos,imponiendo condiciones desde la voluntad, controlando el ritmo del partido e insinuando con aproximaciones que sembraban cierto riesgo en la última linea rival. Pero todo muy tibio.
Menos temperatura tenían aun los intentos de Brown, poco claros, mal craneados y siempre absorbidos por una defensa quemera firme.
Nada había pasado que mereciera un lugar en un potencial compacto de lo mejor del primer tiempo, cuando un tiro libre muy bienejecutado por Santi Mendoza obligó a Martín Villanueva a una intervención contra el que era su palo, pero el manotazo lo dejó sin posibilidades de una segunda reacción, la defensa no lo ayudó y Vera, el más atento de todos, empujó al 1 a 0 cuando al primer capítulo le faltaban cinco minutos.
En ese ratito, Brown mostró que si ajustaba la precisión y cambiaba de velocidad dónde tenía que hacerlo, tenía mejores posibilidades. Así fue que una patriada de Julian Noir y otras dos ocasiones protagonizadas por Gónzalez y Sáenz las que pudieron devolver a Brown la paridad, no obstante el primer tiempo cerró con El Globo volando un poquito más alto.
Sin salir de la mediocridad, en el complemento los de Carbajales ganaron en determinación, se fueron contra el arco de Carusillo y obligaron al uno a dos intervenciones decisivas. Hasta que a los 13, con Huracán muy atrás, un centro controlado de Sáenz superó a todos pero encontró a González listo para empatar el encuentro. Fue ahí cuando Brown tuvo la chance de mandar a los de Mendoza a la lona, porque tras la igualdad llegó la (¿exagerada?) expulsión de Vera y el impacto psicológico pudo ser letal.
En vez de eso, Brown volvió a quedarse sin nafta para ir a buscar, Huracán encontró la excusa para refugiarse, pese a que tuvo en una acción confusa, la chance de llevarse todo: pareció penal, cobró jugada peligrosa y el tiro libre fue a parar a la red pero al no haber toque previo, fue anulado. La última emoción de un clásico que se quedó en la víspera.