Siete bloques para catorce concejales
Hace ya un tiempo, cuando los integrantes del Frente para la Victoria que habían migrado al Frente Renovador, abandonaron el bloque del partido de Massa, el concejo funcionaba con cinco bloques, Cambiemos, hoy compuesto por Martín Reddy, Fernando Bouvier, Estela Terrado y Javier Braña. Socialismo, con los concejales Laureano Villa, Clarisa Camarasa (en reemplazo de Mónica Lorenzo), y Sebastián Reigosa (en la presidencia). Frente para la Victoria, hasta hace una semana compuesto por José Aubalat, Martín Tamassi, Daniela Zabalúa y Fernando Ciongo, Frente por la Victoria, unipersonal, concejala Sandra Angel (ex Frente por la Victoria, ex Frente Renovador). Frente Renovador, hasta hace un mes compuesto por Jorge Eterovich y Luis Coria. He aquí a los catorce concejales en cinco bloques.
Luego de exhibido el video registrado durante el primer paro nacional, en el que se ve a Coria invitando a los propietarios de una estación de servicio a cerrar sus puertas (Coria es secretario de los empleados de estaciones de servicio), el comité local del Frente Renovador le pide la renuncia a su banca y se abre del bloque, constituyendo el bloque unipersonal Frente Renovador Auténtico, con lo que el Concejo quedó con seis bloques.
En la sesión del miércoles 26 de abril, la concejala Daniela Zabalúa hizo lo propio, luego de que su propio bloque la desplazó de la presidencia del mismo por sus declaraciones contra el gobierno kirchnerista y su postura alejada muchas veces de las ideas de los propios compañeros del FPV. A partir de ahora, forma un bloque unipersonal denominado por Arrecifes.
De esta forma, el concejo que pensaba trabajar unido para mejorar la calidad de vida de los arrecifeños, tiene un promedio de dos concejales por bloque. Hoy Arrecifes tiene cuatro bloques unipersonales, ya que Eterovich quedó solo en el suyo, El socialismo con tres concejales, otros tantos el Frente para la Victoria y cuatro el bloque Cambiemos.
En verdad, no sería un problema, ya que no está mal que cada uno de los concejales pueda expresarse y votar de acuerdo a su propia decisión, sin hacerlo obedeciendo lo que dice el bloque. La cuestión es que en el trabajo legislativo, no surjan rivalidades políticas que obstaculicen la aprobación de normas que la ciudad necesita.
Es de esperar que el buen criterio de los concejales haga que puedan dejar de lado sus diferencias partidarias y puedan realmente trabajar unidos a la hora de estudiar, discutir y aprobar o no una ordenanza.