Hay gente que sí vale la pena
El domingo en horas de la tarde una familia se vio alterada y sorprendida cuando encontraron, en el hall de su casa, un perro galgo que apenas podía respirar luego de haber recibido intencionalmente gravísimos maltratos.
Al perrito le faltaban las orejas, porque se las cortaron para que muera desangrado, y tenía fractura de cráneo a causa de diversos golpes.
El pichicho escapó y cuando no dio más cayó desplomado en la casa de una familia con un corazón inmenso. Ellos llamaron a Nelson Otero, veterinario, quien trabajó durante horas para salvarle la vida al malherido perrito. Y lo logró.
También se hizo presente Mirta, otro ser iluminado que trabaja para la Sociedad Protectora de Animales, ella junto a muchas mujeres llenas de amor le dieron al animalito los cuidados necesarios, calor y contención.
Cuatro horas después el perrito se fue en un auto a un hogar de tránsito, y otro vecino se comprometió a darle asilo en un campo.
La recuperación del perrito demandará unos 20 días aproximadamente.
La recuperación mental del idiota que lo golpeó de esa forma es prácticamente imposible, porque de la falta de dignidad e imbecibilidad humana ya no se vuelve.
Para no darle espacio a quien no lo merece, quedémonos con el enorme corazón de Alejandra, Mirta, Justina, Belén, Juan, Nelson y todos quienes cuidaron al galgo y le dieron la esperanza de una vida mejor.
Hay gente que sí vale la pena.