El fútbol puede y debe ser un espectáculo para toda la familia
En la final del campeonato disputada entre Sportsman y Villa Sanguinetti, se volvió a repetir un clima de espectáculo, de solidaridad y aliento exento de insultos, violencia o cualquier actitud tristemente cotidiana en lo que hace a partidos y sobretodo finales de fútbol.
Tal como anticipamos hace días en Minuto Arrecifes, el hecho de que el Club Deportivo Villa Sanguinetti sea una institución fuertemente ligada a un barrio, produjo que los simpatizantes e hinchas que se acercaron a presenciar el encuentro hayan vivido los 90 minutos del partido como un verdadero espectáculo, un show.
La mejor prueba de esto se vio en el entretiempo, cuando la gran mayoría de los presentes en ambas tribunas locales (repletas) disfrutaron de su coca y su chori, sus galletitas, su mate con bizcochitos o simplemente se dedicaron a charlar.
Muchas y variadas fueron las caras visibles: chicos, jóvenes, adultos y abuelos. Chicas, jóvenes, mujeres y abuelas. Algunas simpatizantes femeninas -más osadas- aprovecharon la música bailanchera que salía de los parlantes para bailar y tirarse algún que otro pasito. Otras – con espíritu alegre- fueron con pelucas de colores interpretando la final como una verdadera fiesta.
Fue una linda tarde, pero también una señal de que los partidos de la Liga podrían convocar una mayor cantidad de público si se entendiera el futbol como un espectáculo para la familia entera. Sería cuestión de mejorar los horarios de los partidos, analizar si el domingo es un día propicio, mejorar el servicio de cantina, cuidar más los baños y prestarle atención, con tiempo y buena voluntad, a diferentes detalles que hacen al espectáculo. Para que el Torneo de fútbol local sea considerado una opción entre las posibilidades de pasarla bien un fin de semana.
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