¿El fin de los problemas?
¿Se terminaron los problemas para los usuarios del subte? Es difícil poder afirmarlo. El conflicto por la administración del Subte conlleva una sucesión de disputas simultáneas.
Fue el principal motivo de enfrentamiento entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner durante el último año. Los dos privilegiaron sus intereses políticos por sobre el de los usuarios. CFK le tiró el subte por la cabeza, sin conceder fondos y retirando la policía. Macri aceptó manejar el servicio –que obviamente le compete al gobierno porteño– y, un mes después, cuando ya había aumentado el precio del pasaje, insólitamente, se arrepintió. Ahora cambió. Dijo que el deterioro del servicio lo obligó a tomar la decisión. La verdad es que el servicio está en franca decadencia.
Lo cierto es que ahora seguirá pidiendo los fondos nacionales por la vía judicial pero asumió el desafío de gestionar el servicio. Por el bien de los pasajeros ojalá lo haga bien. Si le sirve políticamente, bienvenido sea. Gestionar bien debería tener premio. En esa apuesta podrían participar todos los dirigentes políticos sin distinción. Por el contrario, hacerlo mal merece castigo.
En el gobierno nacional aseguran que no trabarán los créditos para inversiones y que incluso ya avanzan en otros acuerdos en el área transporte como la ampliación de la avenida Illia. Por otro lado, más allá de las diferencias explícitas, es insólito que la Presidenta no reciba al Jefe de Gobierno porteño.
La otra pelea en el escenario subterráneo se desarrolla entre los Metrodelegados y la UTA. Si bien no está superada pareciera que hay una suerte de tregua. En algunas ocasiones, los delegados de base por metodología (no anticipar medidas o prolongarles en exceso) se parecen a lo que combaten. Por otro lado, nadie escatima chicanas: Macri acusó al secretario de los Metrodelegados, Beto Pianelli, de responder al kirchnerismo y éste lo definió como un “mono con ametralladora”. Con todo, existe voluntad entre las partes para cerrar la paritaria (los trabajadores ya cobraron, en adelantos, entre un 22 y un 25 por ciento de aumento) y reencauzar la relación. Hay que recordar que la pelea intragremial y el diálogo de sordos entre los dos gobiernos generaron las bases para un paro de once días este año.
La otra cuestión es la empresa: Metrovías exige subsidios y se manifiesta en crisis terminal mientras expone balances positivos. Quiere subsidio. Macri deberá decidir cuánto y hasta cuándo. De eso depende el aumento en el costo de los pasajes. La firma controlada por Benito Roggio, en estos meses, retiró formaciones y dejó que el servicio se desbarrancara. Un aporte al desbarajuste general. Resta ver cómo se comportará ahora ante la nueva situación.
Existe un blog muy recomendable: http://viajecomoelorto.blogspot.com/ realizado por la periodista Candelaria Schamun. Se dedica a monitorear el transporte público. Los usuarios del subte suelen descargar su bronca allí. Los dirigentes políticos deberían visitarlo más seguido. Más allá de la confrontación política, sindical o empresaria, la mayoría de los pasajeros sólo aspira a viajar dignamente. ¿Es mucho pedir?
Por Reynaldo Sietecase
Comente esta nota
comentarios