Una economía próspera requiere un entorno abierto, diverso y competitivo. La competencia leal se garantiza mediante una normativa legal adicional que proteja al participante en el mercado que vende o compra un determinado bien o servicio.
Una regulación legal es la protección de las marcas utilizadas para etiquetar bienes y servicios. Para beneficiarse de la protección de la propiedad intelectual, es importante averiguar por qué merece la pena proteger sus marcas. En este artículo, trataremos todo lo que un empresario debe saber sobre el registro de marcas.
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¿Qué es una marca?
La protección de la marca proporciona protección jurídica a determinados productos o servicios distintivos en el mercado general de bienes y servicios. Para entender cómo funciona esta protección, es importante averiguar cuál es el significado general de una marca.
Ante todo, una marca sirve a los intereses del consumidor asegurándole que adquiere el producto o servicio en cuestión de un vendedor preferente que garantiza la calidad y exclusividad del producto o servicio que se vende.
La marca también actúa como una herramienta que ayuda al vendedor a diferenciarse de sus competidores, proteger su ventaja y promover el nombre único de la empresa.
Por marca suele entenderse un signo que ayuda al comprador a distinguir un determinado producto o servicio de los demás.
La función distintiva de una marca la desempeñan determinadas marcas, que pueden consistir en palabras, imágenes, letras, números, colores, multimedia o sonidos. Estas marcas deben identificar los productos o servicios de un vendedor concreto de forma que puedan distinguirse de otros productos o servicios similares.
El registro de una marca es posible si cumple los requisitos absolutos de la Ley de Marcas y puede cumplir la función principal de una marca: distinguir los productos o servicios de un productor de los de otro productor.
La cuestión de si una marca puede registrarse como marca la deciden los expertos de la Oficina Estatal de Patentes, que llevan a cabo un examen de marcas.
Evaluación de la protección de las marcas registradas y no registradas de la empresa.
Se recomienda analizar la cartera de marcas ya poseídas y utilizadas y evaluar:
– ¿Es suficiente el ámbito de protección de las marcas registradas (se corresponde la lista de productos y servicios de las marcas registradas y el ámbito de protección con las actividades reales de la empresa)?
– ¿Existen registros de marcas redundantes (tal vez un registro podría proteger múltiples variaciones de las marcas)?
– ¿Protege la marca registrada una marca modificada pero utilizada (cambio de color, imagen de la marca)?
– Necesidad de proteger marcas no registradas pero utilizadas;
– Uso de marcas registradas que identifican marcas que pueden ser canceladas por falta de uso o uso indebido;
– ¿No es necesario ceder o licenciar los derechos de marca?
– ¿No existe una necesidad objetiva de modificar los registros existentes?
– Necesidad de supervisar las marcas registradas para detectar posibles infracciones.