Pintado de azul, como el cielo
Olga Maggi vistió de azul su vida al crear AZULISMO ARRECIFES

Olga es especialista en la rama de educación de jóvenes y adultos, pero su sensibilidad para moverse entre los alumnos encendió una alarma al ver el comportamiento de su nieto de apenas dos años. Algo estaba mal. Ese niño tenía actitudes que otros chicos de su edad no. Y empezó a leer, a preguntar, a documentarse, a hurgar en libros y en páginas de internet. Había cinco puntos al menos, en que su forma de proceder coincidían con aquellos que padecían autismo.
La abuela se tomó su tiempo pero no se demoró demasiado. «No fue fácil hablar con mi hija. No sabía como lo tomaría, pero le dije lo que presentía. Por suerte ella lo aceptó y comenzaron las consultas». Su nieto tiene TEA, Trastorno del Espectro Autista, un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Agradezco haberlo notado, me siento feliz por eso, porque seguramente lo hubiesen detectado en la escuela, pero mi nieto va al jardín y ya entró con un diagnóstico y eso permite que ya la docente, e incluso sus compañeros, sean conscientes de que se enfrentan a un niño diferente al resto».
Como muchas mujeres -no tanto los hombres- que se enfrentan con algo así, ha decidido ampliar su actitud con respecto al TEA. Más allá de viajar a charlas sobre autismo, conectarse con grupos de Argentina -donde hay muy pocos- México y España, ha decidido formar «Azulismo Arrecifes (AA)»
Por el momento AA es una idea, un proyecto, pero que ya suma varias decenas de personas en el grupo de facebook que acaba de abrir. La idea es aportar lo que se pueda para que la comunidad tome conciencia, incluya a quienes padecen autismo y adecue su funcionamiento para que sea más fácil para ellos desarrollar su vida diaria.
«Espero jubilarme para dedicarle todo el tiempo a AA, porque mi nieto lo será por siempre, asi que de aquí en más, mi vida ya tiene una dirección y un sentido. Voy a trabajar por este motivo siempre».
Ya existen y las comenzamos a ver, unos calcos que incluye cuatro colores y que a modo de rompecabezas, invita a incluir, sumar, encastrar la vida de los autistas en las nuestras. Hay actitudes que podemos modificar, sobre todo, adquirir conocimientos para poder detectar que alguien que frente a nosotros se comporta «raro», puede ser porque padece este trastorno, que sea autista.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
• Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
• Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:
• En la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
• No comparten intereses (no acostumbran a señalar con el dedo aquello que les llama la atención para compartirlo con los demás).
• Ausencia de juego simbólico (dar de comer a muñecas, hacer cocinitas, jugar a coches como si fueran de verdad, etc.).
• Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando juntos están viendo alguna cosa inusual. No acostumbran a realizar la sonrisa social.
• Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas).
• Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe poca sensibilidad al dolor.
• Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.
• Presentan intereses inusuales. Además, son repetitivos y no compartidos.
• Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y auto estimulantes como el balanceo, el movimiento de aleteo de manos o caminar de puntillas entre otros.
• Los que presentan más nivel intelectual, notan que son diferentes y no entienden qué les pasa. Son la pieza del rompecabezas que no sabe acoplarse ni encajar en el tablero social.

Desde hace ya un tiempo, la toma de conciencia de la sociedad se está acrecentando, al iniciarse las campañas «azules» para que en épocas de fiestas navideñas dejemos de utilizar pirotecnia ruidosa, ya que por su sensibilidad auditiva los desconcierta; los vecinos están comenzando a colocar moños azules en sus puertas como apoyo a esta iniciativa.
Olga Maggi está dispuesta y abierta a toda inquietud que sume a su militancia por la integración al autista, por lo tanto, quienes lo deseen, pueden comunicarse con ella a través de su página de facebook «Azulismo Arrecifes»
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