Agustín Aquilozi: “Obras es toda mi vida, me costó y me va a costar dejarlo”
Agustín Aquilozi es un joven arrecifeño de 17 años que actualmente juega en las inferiores de Douglas Haig, equipo de la vecina ciudad de Pergamino que este año participará en el torneo de inferiores de AFA.
Para los que no entienden mucho, Agustín jugará contra Boca, Vélez, San Lorenzo y tantos otros equipos de primera.
Cara de bueno -porque es bueno-, un poco vago en el colegio (como la mayoría de los futbolistas que la rompen), algo tímido afuera de la cancha pero ligerísimo en el terreno de juego. Delantero por afuera, con llegada al gol, supo destacarse en Obras Sanitarias y gastarla tanto de delantero como volante.
La familia Aquilozi tiene 5 integrantes, mamá, papá y los hermanitos menores Jazmín y Valentino. Hijo ´e tigre, Agustín es el mayor e hincha de Douglas ya que “desde los 3 años voy a la cancha, me lleva mi papá que es nacido en Pergamino y también hincha de Douglas”.
Agustín tuvo la oportunidad de jugar en Newells pero por esas cosas de la vida se pinchó, más por cuestiones leprosas que personales. Fogonero en el alma, decidió probarse: “En vacaciones de invierno hicieron una prueba, yo me enteré días antes y fui. Entre 30 elegían a 3 pibes, dieron los dos primeros nombres y dije nah, no me toca ni en pedo, pero tercero me eligieron a mi. Ese día no había tocado mucho la pelota, habré tenido suerte”, confiesa entre humilde y orgulloso.
Antes de que se supiera que Douglas Haig jugaría en AFA Agustín ya rebalsaba de alegría por vestir una de las camisetas de sus amores, aunque quedaba otra prueba importante por saltar, la escuela. “Tenía que entrenar los jueves y me querían fichar para empezar, pero mi viejo habló por el tema del colegio y me esperaron hasta diciembre. Como me llevé materias me aguantaron hasta el 13 de enero, y arranqué con la Sub 24. El sábado pasado firmé”, explica la flamante incorporación fogonera.
Respecto a sus compañeros asegura que “no me siento ni más ni menos, no vi grandes diferencias. Estoy de delantero, que es mi posición, ahora estoy jugando por izquierda y me llama la atención que hago diferencia, la verdad que sí”.
El 15 de marzo juega su primer partido AFA, no sabe contra quién ni dónde, pero qué importa a la hora de disfrutar al máximo el mejor momento de su carrera futbolística. “Es todo nuevo, todo distinto, nos tocó en el grupo Vélez, Huracán, Banfield, todos con unas inferiores tremendas. No sé si voy de titular…”, piensa en voz alta. El grupo los completan Crucero del Norte, Boca Unidos de Corrientes, Colón de Santa Fé, Belgrano de Córdoba y Temperley de Buenos Aires.
Acostumbrado a que lo talen abajo, le tiren Algispray, le pregunten si está bien y sea cual sea la respuesta lo manden a la cancha, Agustín siente que Douglas “es otra cosa”. Nos cuenta: “el otro día choqué rodillas, y me hicieron esperar a un kinesiólogo. Es otra cosa, te dan la ropa, todo es para beneficio tuyo”.
Tiene compañeros experimentados como el “colo” Gianfranco Otaviani, que jugó en Colón, y nacho Zabala, ambos arrecifeños. “El colo me dijo que les podemos hacer partido a los que nos tocaron en el grupo”, tira sin achicarse.
Agustín Aquilozi encendió la mecha de un sueño y su ilusión es intensa como su ida y vuelta en la cancha. Le pega bien con las dos, llega al fondo con la mirada arriba, gambetea, juega en equipo, tiene con qué y seguramente este domingo cuando empiece el fútbol local la Liga lo va a extrañar, pero los que amamos el fútbol compartimos con él la ilusión de vestir una camiseta AFA. Comprendemos el orgullo de ese padre que puede contar que a su pibe ya lo hicieron probarse con los suplentes del plantel del Nacional B, a tan sólo días de haber empezado a entrenar.
En la última parte de la nota me habló de sus amores futbolísticos: “Primero soy hincha de Boca y despúes de Douglas. Pero Obras es toda mi vida, me costó y me va a costar dejarlo”.
Otro arrecifeño de exportación.
Suerte Agustín, te la mereces, entrena duro y rompela.