Protesta Nacional: Vecinos se autoconvocaron en reclamo de medidas varias
Ayer se realizó una protesta nacional en repudio al Gobierno de Cristina Fernández, y de la mano de esta protesta en Arrecifes se autoconvocaron unas 150 personas –aproximadamente- en reclamo de mayor seguridad.
El lugar elegido fue Plaza Mitre, y muchas decenas de vecinos se reunieron, conversaron, intercambiaron vivencias y opiniones, y luego decidieron dar una vuelta a la plaza, con una breve pausa frente a la Comisaría y luego en la Municipalidad.
Finalmente se decidió un corte de tránsito en la intersección de Ricardo Gutiérrez y Rivadavia, en el que se me solicitó que dijera algunas palabras.
¿Por qué yo? Por mi triple condición de víctima de un robo, vecino de Arrecifes y trabajador de prensa, con la consiguiente exposición que ello acarrea.
No me grabé a mi mismo, por eso voy a intentar replicar lo que dije y pienso. No tengo intenciones de convertirme en un Bloomberg arrecifeño, estoy lejos –muy- de la ideología de derecha. Simplemente tomé la palabra ante reiterados pedidos, conciente de que muchos de los allí presentes se solidarizaron con los que nos ocurrió a mi y mi señora.
Tampoco quiero identificarme con ningún sector político, mi medio de expresión es MinutoArrecifes, y a través de él opino e informo de manera totalmente independiente. Tampoco estoy a favor o en contra de ninguna institución local. Básicamente quiero destacar que esta situación no me lleva a manifestarme en contra del Gobierno Municipal ni la Comisaría local, considero que los problemas locales tienen un origen mucho más amplio que lo que acontece localmente.
Pero sí quise dejar en claro que festejo que la gente se una para hacerse sentir. Si hay pretensiones de cambiar el orden establecido, agruparse es la primera y primordial de las acciones. Muchos de los presentes tenemos diferentes propuestas de soluciones para la inseguridad, la educación, la salud, la educación, la vivienda, la corrupción, etc. Comparto algunas de las que escuché, y no comparto otras. Pero rescato la libre expresión, rescato que no tengamos miedo a reclamar lo que consideramos que nos corresponde, y rescato que exijamos como vecinos -integrantes de una sociedad en común- la imperiosa necesidad de respuestas.
Fue un gran paso, perder el miedo al qué dirán y expresar nuestro malestar. Espero que la misma actitud se repita en causas que afectan a nuestra sociedad, aunque no nos toquen directamente nuestro bolsillo o intereses. Poner rejas es una cosa, aislarse del vecindario es otra.
Cada uno de nosotros tiene voz y voto, y siendo solidarios podremos alzar nuestra voz para que sea un grito uniforme. Participemos, involucrémonos, y obremos concientes de que cada uno de nuestros actos tiene consecuencias. Ayer, sin dudas, fue un día en el que muchos de los personajes que nos representan y deciden nuestro destino estuvieron alertas a los reclamos. Quizás no cambie nada, pero quizás sí.
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