Patricio Molle, entrevista por el Día del Contador
Luca Pacioli, de nombre completo Fray Luca Bartolomeo de Pacioli o Luca di Borgo San Sepolcro (Sansepolcro, 1445 – 1517), fue un fraile franciscano y matemático italiano, precursor del cálculo de probabilidades. Analizó sistemáticamente el método contable de la partida doble usado por los comerciantes veneciano. Dejó su legado de 36 capítulos en un tratado de cuentas de contabilidad usando la partida doble, y dio inicio con eso a la Contabilidad Moderna. Básicamente, Luca Pacioli fue el primer contador sobre la faz de la tierra.
Hoy, 17 de diciembre, es el día nacional del contador, y MinutoArrecifes decidió homenajear, en nombre de todos aquéllos, a Patricio Molle.
Patricio trabaja en el Estudio Contable Molle, Brouyer y Petri. Las oficinas quedan en la calle España, una cuadra antes de llegar a la Plaza Mitre. Tal como la mayoría de contadores, vive rodeado de papeles, balances, liquidaciones, etc. Un trabajo que aparenta ser rutinario y tedioso, pero quienes lo realizan saben que los tiempos del contador son cortos, y por lo tanto su trabajo se torna vertiginoso y delicado. Los contadores estudian durante años para obtener un título, pero nadie les anticipa que en el futuro serán psicólogos que escuchan a sus pacientes/clientes, periodistas que investigan leyes continuamente, y hasta atletas, pues muchos de ellos recurren al deporte para combatir el estrés que contienen sus jornadas laborales.
¿Por qué decidiste estudiar la carrera de contaduría?
A mi me gustaba la carrera de Ingeniería Civil, pero empecé a estudiar en la década del noventa y esa carrera tenía muy complicada su salida laboral, no tenía buenas perspectivas para lo que era esa profesión. Viendo alternativas, también me gustaba la economía, entonces empecé una carrera económica para orientarla luego hacia administración, contador o economista.
¿Ya cursando la carrera decidiste ser contador?
Sí, con el paso del tiempo y ya dentro de la Universidad de Buenos Aires me parecía que lo que más me gustaba era ser contador. Además me atraía la posibilidad de tener una salida laboral rápida, te repito que era una época complicada.
Cuándo te recibiste ¿fue fácil encontrar trabajo?
Terminé de estudiar a los 23 años, y antes de hacerlo había conocido a un profesor y comencé a dar clases de impuestos en la facultad. Fue ese mismo profesor quien me consiguió trabajo con una beca en lo que en ese momento se llamaban los Big Six, eran 6 estudios internacionales que estaban en Buenos Aires. Yo trabajé un año y medio como asistente de auditoria, el estudio se llamaba Deloitte & Touch, y era bueno porque me permitía estudiar a la par, eran relativamente flexibles.
Además de trabajar, la posibilidad de ver en la realidad lo que estudiabas.
Sí, y desde ese momento siempre continué trabajando. Luego pasé a una empresa que se llamaba “Pistrelli, Díaz y Asociados”, quienes luego desaparecieron por el famoso caso Enron, estuve también un año y medio. Ese trabajo lo dejé porque no era un buen lugar, trabajaba 15 hs por día y no valía la pena perder mis días por ellos. Decidí irme a Boston a estudiar inglés, un par de meses, y a la vuelta de ese viaje empecé a trabajar con unos amigos en un estudio que se llamaba “Ciordia, Novas, Oroz & Asociados”, durante unos 8 meses.
Aún no habías dado con el trabajo que buscabas.
Fue luego de ellos que me llamaron de la empresa Walmart, para ser supervisor de impuestos. Era una buena propuesta, en ese momento se ganaba bien, una empresa con crecimiento en el país que si bien al principio no había andado bien, se estaba recuperando. Empecé en mayo del 2001 y trabajé hasta que me vine a Arrecifes.
¿Nunca te replanteaste haber elegido ser contador?
No, pero al principio uno empieza a trabajar y se encuentra con que el mundo es totalmente distinto a lo que ve en la universidad. Tenes otra perspectiva y otra visión de lo que es el trabajo, entonces para tu futuro deseas algo distinto del lugar en el que estas y buscas las variantes. Pero no me replanteaba si estaba bien o mal, porque en definitiva había cosas que me gustaba y otras que no como en todas las carreras. Yo sabía que buscando iba a encontrar, dentro de lo que era mi experiencia laboral, algo para sentirme cómodo en el trabajo que hacía.
La contaduría parece un trabajo aburrido y rutinario, ¿lo es?
Tiene que ver con cómo te lo tomas y con qué rama de la profesión uno desarrolla. En algunos casos puede ser aburrido, pero en la mayoría y sobretodo con las nuevas normas impositivas, de registraciones y presentaciones, es bastante movido y de hecho bastante estresante. Uno escucha los comentarios de los propios empleados, que dicen que es un trabajo distinto al de una administración pública.
Corren detrás del tiempo.
Si, nos corre mucho el tiempo. Como en todo trabajo hay que cumplirlo, pero acá hay días y horas que cumplir, es uno de los requisitos.
Si tuvieras que aconsejar a un adolescente que duda seguir la carrera de contador, ¿qué le dirías?
Tiene buena salida laboral, pero uno debe tener la versatilidad de poder acomodarse a los negocios. No pasa solamente por hacer papeles o hacer siempre lo mismo. No es una profesión estática, yo he aprendido durante mi trayectoria, que no es muy larga pero tengo trayectoria, en que uno debe entender los negocios e involucrarse para captar las realidades que viven los clientes. La salida laboral muchas veces se la hace uno mismo y depende, como todo, de la voluntad, el empeño y las horas que le dediques.
¿Qué pasa si ese joven ya es contador, y además quiere trabajar en Arrecifes?
Bueno, vuelve a depender de la personalidad y el ímpetu que ponga. En este estudio comenzamos siendo 2 y ahora somos 3, y decidimos tener un enfoque sobre el sector agropecuario. Mal no nos ha ido, tenemos buena vinculación con empresas cerealeras y productores, además participamos del proceso productivo junto a ellos. Al principio fue más interesante porque no había este conflicto que existe hoy con los requisitorios de información. Son momentos delicados e incluso la rentabilidad tampoco es la misma debido a la sequía y el control de precios. Está más acotado el campo de acción, por eso es muy difícil negociar un montón de cosas con los clientes. Pero las posibilidades para la gente joven están, hay que buscar el nicho o ver de qué manera uno se puede capacitar para ayudar a los clientes y darles un valor agregado en tu servicio, y no solamente entregarles un balance o hacerles una liquidación.
Patricio: Aprovecho esta situación para enviarle un saludo a todos mis colegas y desearles un feliz día.