“Esperaba que se hiciera de noche para ir a los bailes”
Oscar Pedro Meregalli me esperaba sentado en el umbral de la ventana de su casa, a la tardecita, tomando fresco con su señora. Me invitó a su casa y me recibió con una rica cerveza fría. Yo esperaba ver muchas fotos de tango y de la orquesta en las paredes y los muebles, pero en los portaretratos había fotos de su hija Silvia y sus dos amadas nietitas.
A sus 67 me pareció que era un buen momento para homenajearlo con una entrevista sobre su pasado en la Orquesta Típica Ermelindo Magallanes. No muchos conocen quién fue este hombre de mirada serena y bondadosa. Pero Oscar, cacho como lo conocen algunos, lleva en sus recuerdos la música que bailaron los abuelos, padres e hijos de varias generaciones de arrecifeños. Quizás al leer estas líneas muchos recuerden los bailes, los clubes y las noches de aquél entonces y les venga a la memoria las andanzas sentimentales de su juventud.
¿Cómo aprendió a tocar el bandoneón?
Me enseñó el maestro Don Ermelindo Magallanes, él enseñaba mucho acá en Arrecifes, tenía 60 alumnos. Era un gran músico, de oído sacaba instrumento por instrumento en la época en que ni siquiera se conseguían las partituras. Por aquél entonces se usaba el tango, y las dos orquestas grandes que habían era la de Manolo Camats y la de Ermelindo Magallanes.
¿Cuándo se inició en la Orquesta Típica?
El tiempo en el que yo actué fue entre 1960 y 1971, pero la orquesta era mucho más antigua. Hacíamos todo tango, con la instrumentación estilo D´Arienzo. Éramos 5 bandoneones, 3 violines, contrabajo, piano, dos cantores y animador.
¿En qué lugares tocaban?
Por todos lados, sábados y domingos siempre teníamos bailes. Se usaba mucho en los clubes y más que nada en los clubes de campo. Estaban las orquestas típicas y las de jazz, y compartíamos el escenario 45 minutos cada uno. Salíamos a tocar afuera también. Se ensayaba una vez por semana de manera estricta, todos los miércoles a la noche entre dos y tres horas.
¿Y los integrantes de la orquesta vivían de la música?
No, no era para vivir. Era más bien un hobby mientras trabajaba en el campo. Pero me gustaba mucho la música entonces me venía al pueblo en la moto que tenía, y esperaba que se hiciera de noche para ir a los bailes. Además todos los días después de trabajar o a la mañana temprano agarraba el bandoneón y practicaba un poco porque quería progresar.
¿A qué edad empezó usted con el tango?
Empecé en la orquesta a los 16 años como tercer bandoneón, y 4 años después ya me pusieron como primer bandoneón. Ensayaba sin excusas, estudiaba y hacía las cosas bien.
¿Soltero aún?
Sí, soltero. Y en uno de esos bailes conocí a mi señora Juanita, que es la que me aguanta después de tantos años. Ella solía venir a acompañarme a algunas presentaciones, le gustaba bailar, pero a mí no, algunas veces la acompañaba pero bailar no es lo mío.
¿A sus padres les gustaba la música?
A mi papá le gustaba mucho. Siempre me decía “yo no tuve la oportunidad de estudiar, por eso quiero que estudies vos”. Mi abuelo también tocaba el bandoneón, pero de oído.
¿Y usted estudió música?
Estudié música, teoría y solfeo, para estar en la orquesta era necesario porque era todo instrumentado lo que se hacía. Tres bandoneones, primero A, primero B y primero C y las 3 voces y los violines y todo eh! Había que tener oído, sí, pero era necesario leer música. A nosotros nos daba las partituras un señor con el que habíamos hecho amistad, apellido Caballero, que las traía de Buenos Aires. Luego no había más que ponerlas en el atril y tocarlas.
¿Recuerda alguna presentación que haya sido más importante que las otras?
Ninguna en especial, pero se hacían muy lindos bailes en Pergamino. También fuimos a La Pampa, salimos a las 15:30 hs y llegamos a la noche, nos cambiamos la ropa y derechito a tocar.
¿En qué viajaban?
En colectivo, uno como si fuera el Mitre que hace el recorrido local. Era del padre de uno de los músicos, de Bartomeoli. Había que subir el piano que era pesado, todos le disparábamos pero había que subirlo como al resto de los instrumentos. Después cuando se llegaba al lugar el maestro lo afinaba. Además llevábamos todo los equipos de amplificación, decir que el colectivo era grande.
¿Llegaron a grabar algún disco?
Grabamos discos de pasta pero se perdieron, anda a saber dónde quedaron. Me gustaría volver a encontrar uno, quizás alguien tenga uno guardado pero no creo porque se buscaron mucho y nunca encontramos ninguno.
¿Cómo llegó a su primer bandoneón?
Tenía un bandoneón de estudio, pero cuando empecé en la orquesta me compré un Doble A alemán del año 1936, que aún conservo en buen estado, ¡y eso que el bandoneón es mayor que yo!
¿Actualmente lo agarra para tocar?
Sí, pero no como cuando era chico. Cuando hay fiestas, o los fines de semana un poco para no perder la digitación.
¿Y sigue fiel al tango?
Sigo fiel, pero viste, a veces sale algún que otro vals, una milonga o un paso doble. Hay un muchacho que canta conmigo, le gusta cantar y viene los fines de semana.
¿Sigue teniendo relación con sus compañeros de la orquesta?
Algunos fallecieron, eran gente grande. Pero tuve buena relación con todos. Ahora me suelo ver con Bartomeoli, con Góngora, con Barrientos.
¿Le gustaría presentarse a tocar en algún lugar?
Y…que se yo. Tampoco hay lugares. Pero sí, me gustaría. A veces me junto en reuniones, me vienen a buscar y yo voy porque me gusta. Alguna que otra peña y cosas así. Pero boliches para tocar por cuenta propia no hay, una lástima, más que nada para la gente grande.
Integrantes de la Orquesta Típica Ermelindo Magallanes.
Piano: Ernesto Magallanes (hijo).
1° violín: Ermelindo Magallanes (padre).
2° violín: Lito Nadal
3° violín: René Góngora
Bandoneón: Oscar Meregalli
Bandoneón: Máximo Lozano
Bandoneón: Alberto De Blasio
Bandoneón: Carlos Bartomeoli
Bandoneón: Omar Manzotti
Contrabajo: Raúl “corcho” Barrientos
Voz: Rafael Héctor Lobato
Voz: Juan Carlos Rubinich
Presentador: Hugo Luis Elizalde