“Si me prohíben el fútbol me termino de morir”
Omar Néstor “Chiche” Ricci. Conocido en la ciudad como chiche, siempre ligado al ambiente del fútbol, siempre rodeado de pelotas, redes, canchas, estadios, clubes, hinchas. Actualmente en las sombras del Estadio Municipal, trabajando mientras todos juegan, o mientras están por jugar. Pocos ven el trabajo silencioso que hace para que llegada la fecha de fútbol local todo esté en orden. La cancha pintada, las redes en los arcos, las pelotas en condiciones, los vestuarios limpios, etc. Este personaje del fútbol local tiene un pasado lleno de anécdotas, pasado glorioso si se quiere. Basta escucharlo con la emoción que recuerda sus días de fútbol, sus chances de irse a jugar al exterior, cuando “pisó” las grandes canchas.
Chiche es humilde en su hablar, muy memorioso, trabajador. Fue un arquero con grandes condiciones que la mala suerte quiso que se lesionase. Fue árbitro un tiempito, nada más que 25 años. MinutoArrecifes le pidió que nos contara un poco de su pasado, de su vida adentro de las canchas, y Chiche aceptó con gusto. Un nuevo y merecido homenaje de este diario a los personajes que hacen a la historia local. Historia futbolística, pero historia al fin.
¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol?
Me inicié en el fútbol, en el baby de aquel entonces, a los 12 años. Fue en la Sociedad Italiana, queda en España antes de la plaza. Después pasamos a la cancha de Huracán, que jugábamos con tablas, y a los 16 años pasé a jugar en Brown.
¿Cómo llegaste a jugar a Platense?
Vino un tipo que tenía parientes acá, y fue a ver Huracán – Brown. Y me eligió a mí y a varios compañeros para ir a Platense. La cancha de Platense estaba en Cramer y Manuela Pedraza y las canchas auxiliares estaban en la Avenida General Paz, donde hoy está la titular.
¿Cuánto tiempo estuviste?
5 años, porque tuve una lesión. Te explico, antes no era fácil hacer una pretemporada, sacando 4 ó 5 equipos de primera nadie iba a Mar del Plata. Éramos un club de bajos recursos económicos. Nosotros estábamos haciendo la pretemporada y teníamos que subir a cococho en las tribunas de madera. De golpe pisé un tablón y se quebró, y para no soltar a mi compañero hice un esfuerzo de más. Estábamos a 7 metros de altura, no nos caímos, pero el esfuerzo desmedido hizo que me tirara la columna. Había sólo un médico, era de primera, en inferiores ni médico tenían, y el tipo trabajaba en el Pirovano y no me daba bola. La lesión poco a poco se me iba agravando, entonces un día fue mi papá, que viajaba seguido, y le puso los puntos. Me sacaron una radiografía, que eran muy básicas, y me salió que tenía la cuarta columna desplazada. Entonces me enyesaron por 6 meses y en definitiva tuve un año parado.
Una lástima
Sí, y ese año me pasaron por arriba los otros. Barbieri, que era de Olavarría, empezó a atajar. Al monito Peña, un chico de Pergamino, lo vendieron a Venezuela y tuvo la desgracia de tener un accidente en el aeropuerto y falleció.
¿Qué hiciste?
Me fui a Deportivo Morón, a préstamo. Y de ahí pasé a Deportivo Italiano. Pero ya no me convenía porque eran cuadros muy pobres, lamentablemente hermano. Imaginate que era pobre Platense, ganábamos en aquél entonces $ 500 y tenía que trabajar en la fábrica Grafa. Esa fábrica hoy ya no existe, estaba en Villa Pueyrredón y ahora en ese lugar hay un supermercado. Ahí trabajábamos como 10 ó 12 muchachos que estábamos en la pensión, limpiábamos las máquinas, barríamos y hacíamos de todo. Había un dirigente de Platense que tenía un puesto ahí, entonces nos ayudaba para poder tener algunos pesos más.
¿Platense en qué categoría estaba?
En la B. Venía golpeado el club, había perdido 4 a 3 con aquél gran equipo de Estudiantes en el Metropolitano. Platense ganaba 3 a 1 y Hurt se mandó la macana de pegarle una patada a Bilardo y le cobraron ese penal famoso. Después Estudiantes salió campeón.
¿Cuándo volviste de Bs As dónde jugaste?
En Douglas Haig de Pergamino, en Sarmiento de Junín y después fui a parar a Gahan de Salto por un año. Era un equipote campo y me pagaban muy bien, tenía como 24 ó 25 años.
¿Eras buen arquero?
Capaz que era un arquero como miles que había, pero había atajado en Platense y eso te abre puertas.
¿Cuándo volviste a Brown?
Tenía 26 ó 27 años, y fue a Brown porque era el club en el que me inicié. Lamentablemente tuve problemas con un árbitro, y lo digo con honestidad porque la gente de antes lo sabe. Pero fui suspendido injustamente.
¿Qué pasó?
Fue un partido en Todd. Dirigir en ese entonces en las canchas era dificilísimo. No había alambrado olímpico, no había seguridad. Era un partido muy bravo entre Todd y Brown, nosotros teníamos grandes jugadores. Estaba el mejor jugador que tuvo el fútbol de Arrecifes, lejos, el 9 Juan Luis “Cuqui” Ullua, lamentablemente falleció hace un año. Era un crack, un goleador que hacía de cabeza los goles de afuera del área. Bueno, resulta que había mucha gente de Todd, y la pelota se fue afuera por la línea de fondo. Como la gente esta a medio metro del hilito que era la línea de fondo, uno la empujó de nuevo para adentro. Entonces el defensor agarró la pelota con la mano y me la alcanzo.
¡El árbitro cobró penal!
¿Te enojaste?
El tipo venía corriendo, el fullback lo traía de trote, desde la mitad de la cancha. Y se me venía derechito, entonces yo me puse firme, me llevó por delante y voló. No lo esquivé, me quedé donde estaba. Pero como yo estaba bien afirmado se cayó. Terminé suspendido, la gente se metió a la cancha, creo que terminó 3 a 3 pero terminé pagando el pato yo.
En esa época yo les colocaba las lonas a la cancha de Brown, donde está hoy. Me daban la cantina y desde esa época ya marcaba la cancha.
¿De qué año estamos hablando?
Más o menos en el 76´. Después que se me cumplió la pena estaba en Brown, y el señor Roberto Baratini me dijo “che, chiche, ¿te animás a hacerme de línea? Le dije que sí, obvio, y cuando terminó el partido me dijo que me quería en la agrupación. Yo en ese entonces tenía los chicos chiquitos, tenía la casa que tengo hoy y me ganaba unos pesos más. Los campeonatos acá empezaron cuando terminó el mundial del 78´, en ese tiempo estaba la 4°, 5° y 6° división. Me empezaron a poner en inferiores y la liga del campo.
¿Era difícil como ahora ser árbitro?
Siempre fue difícil. Pero en ese entonces venían árbitros de AFA, porque los de acá habían tenido problemas con la liga. Y te aseguro que muchos no sabían nada. Una vuelta escuché que a uno le enseñaban que si la pelota se iba afuera levante el banderín. Lo que tenían a favor era que no los conocían, porque es muy difícil dirigir en los pueblos, nos conocemos todos. Además me gustaba, porque en este oficio si sólo vas por la plata vas muerto, te tiene que gustar.
¿En primera en qué año dirigiste?
Desde 1985 al 97´creo, pero las finales no. Venían árbitros de AFA, por eso tengo fotos con Lousteau, Bava, Lamolina y otros. Nosotros le hacíamos de líneas porque venía mucha gente.
¿Tuviste la posibilidad de irte a jugar a Venezuela?
Sí, cuando estaba en Platense. Fueron 7 los que se terminaron yendo. Pasó que en esa época los padres tenían mucho más poder sobre los hijos que ahora. Hoy los chicos deciden irse a Europa y se van. Hace 45 años atrás era otra historia, los padres no estaban acostumbrados. Ya era raro irse a Buenos Aires, imaginate a Venezuela.
¿Conociste canchas importantes?
Si, jugué en todas las canchas. En la cancha de Chacarita Jugamos contra Boca, que tenía muchos nombres importantes. Perdimos 3 a 2 pero atajé como los dioses. Jugué en la cancha de River, cuando no estaba hecha la parte de atrás. Después un recuerdo trágico, yo había ido a la cancha el día del trágico accidente de la puerta 12, nos salvamos porque no quisimos salir rápido y esperamos 15 minutos a que salga la gente. Al salir nos encontramos con los camiones que llevaban gente herida al hospital. Mi papá sabía que yo había ido a ver ese partido, entonces el club le habló a las 9 de la noche.
¿Tenes muchos lindos recuerdos en el fútbol?
Y también algunos cómicos. Una vuelta, cuando atajaba en Gahan, veníamos invictos varios partidos y no me metían goles hacía como 500 minutos. Entonces le dije a mis suegros, los padres de mi señora que se llama Mirta, que me fueran a ver, los invité a todos. ¡6 goles me hicieron esa fecha! No me olvido más.
¿Qué pasaría si te prohíben el fútbol de por vida?
No sé, pero me parece que me termino de morir. Un hombre me dijo “hermano, vos te vas a morir adentro de una cancha”. Ojala no me toque eso, pero si es adentro de una cancha estaría feliz. Mi trabajo lo hago contento, y si bien imprescindible no hay nadie, nadie haría lo que hago yo. Estoy cansado, me duele la espalda, pero me encanta estar en la cancha grande, con las pelotas, ver a los jugadores, los árbitros.
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