Gracias, Ricardo, pero realmente no nos quedamos más tranquilos.
La semana pasada estuvo en nuestra ciudad el ministro de Seguridad y Justicia bonaerense Ricardo Casal, y además de hacer entrega de 4 camionetas, firmar un convenio por cinco nuevas cámaras de seguridad y avanzar en la creación de la Unidad Fiscal de Arrecifes y la Comisaría de la Mujer, el ministro dialogó con Minuto Arrecifes y realizó interesantes declaraciones.
Interesantes, digo, no porque realmente lo sean. Sino porque del desglose de las mismas me surgen diversos análisis y reflexiones.
Cuando un colega le comentó, por si no lo sabía, que la gente de Arrecifes está muy preocupada por la inseguridad, el ministro de Justicia y Seguridad respondió textualmente “nosotros le hemos dado todas las herramientas a la Justicia para que pueda actuar”. O sea, el ministro de Justicia se lavó las manos y contestó que la Justicia tiene las herramientas para actuar. Gracias, Ricardo, nos quedamos más tranquilos.
El ministro completó su declaración explicando que “crearon la ley 14228, que implica que aquélla persona que es reiterante de un delito, y que está bajo régimen de excarcelación, debe acumularse la pena prevista para otorgar o no la excarcelación. Nosotros exigimos a los fiscales que apliquen esa Ley vigente, porque en muchos casos determinara o no la tranquilidad de un pueblo”. Excelente, las leyes están, pero nuevamente pienso que si el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense no puede exigir que esas mismas leyes se cumplan, entonces que nos queda a los simples mortales. Pero igualmente gracias Ricardo, nos quedamos más tranquilos.
También nos contó que el 8 de enero sancionaron la Ley de Desarme, promovida por Scioli, que apunta al desarme de armas ilegales de cualquier calibre que puedan poseer las personas. Esa Ley dice, según el Ministro, que personas detenidas con posesión ilegal de armas, deben quedar detenidas sin excarcelación hasta el día del juicio. Obviamente, tampoco se cumple. Pero igualmente gracias Ricardo, nos quedamos más tranquilos.
Respecto a los menores que delinquen, Casal sabe la solución: “hay que trabajar fuertemente con inclusión y contención. A veces un chico de 14 años comete un hecho que no es tan grave, y contenerlo y tenerlo cerca implica que no pueda cometer otro peor”. Respecto al trabajo de inclusión y contención de menores, ni Casal ni Scioli jamás hablaron en público. Porque nunca hicieron nada. Por lo menos sabemos que saben qué hay que hacer. Pero igualmente gracias Ricardo, nos quedamos más tranquilos.
Le pregunté sobre los calabozos de la Comisaría de Arrecifes, que están cerrados y obstaculizan el trabajo de la fuerza policial local. La respuesta me descolocó, porque me explicó contento que estamos con el “Plan de Alcaidías Departamentales Regionales, hemos inaugurado 10 alcaidías y cerrado más de 300 calabozos”. Y agregó “nuestra intención es en poco tiempo, de acuerdo a cómo estemos con los recursos presupuestarios, crear una alcaidía regional. Primero para no tener policías ocupados cuidando detenidos, porque deben estar en la calle. Y segundo para mejorar las condiciones de detención, que claramente en las 10 alcaidías que tenemos abiertas la mejora fue ostensible”.
Las alcaidías son positivas, lo valoro. Dependen del Ministerio, están conducidas por un abogado, tienen representación fiscal y de defensor adentro y también la custodia penitenciaria. Por ende liberan recursos y mejoran las condiciones de detención. Perfecto ministro, pero en Arrecifes los policías siguen yendo a diario a Pergamino a llevar detenidos, y hasta que el presupuesto y la alcaidía y la mar en coche estén listos qué hacemos. Igualmente gracias, Ricardo, nos quedamos más tranquilos.
Finalmente le pregunté al Ministro por qué en Mercedes se interpreta el Artículo 161 del Código de Procesamiento Penal de forma tan diferente a cómo se interpreta en el Departamento de Justicia de San Nicolás. Pasándolo en claro le quise sacar una declaración de por qué en San Nicolás entran y salen los delincuentes y en Mercedes no. Y me respondió: “bueno, sabe qué pasa, los fiscales a veces generan doctrina propia. Nosotros cuando vamos a un Departamento Judicial llevamos los números y hablamos con los fiscales. Les decimos que es necesario indagar en el artículo 161. Porque sabe cómo termina esto, termina en algo que no es un delito. La víctima del delito dice ´yo todavía estaba haciendo la denuncia y el delincuente ya estaba libre´. Este desagrado de la comunidad se puede resolver muy fácil haciendo lo que hay que hacer. Si está detenido en flagrancia por un delito, se le debe indagar, que exprese su derecho a defensa y luego tomar la decisión. Sino el 161, esta costumbre por no decir otra cosa, genera en la sociedad estas quejas de la Justicia. Es una norma legal, por supuesto, pero se aplica en determinadas circunstancias. Cuando se aplica en general produce estas preguntas que usted me hace, que es muy razonable y la gente se la pregunta todos los días aún sin conocer el Código Procesal. Hay que recordarle a los fiscales que la aplicación de las normas son irrestrictas”.
Ricardo Casal siguió explicando cosas muy interesantes, como la Ley que promueve el juicio con jurados, y la necesidad de que los fiscales evalúen cada caso en profundidad para tranquilidad de la sociedad, etc. Las respuestas fueron mucho más contundentes que las que acostumbran a dar los funcionarios y/o políticos. Pero noté, entre tanta fiesta de inauguración y augurios de prosperidad y soluciones futuras, que Casal no comprende la exigencia de la gente, no advierte la urgencia de las soluciones demandadas. No se involucra. Entienda, señor Ministro, que usted es precisamente ministro de Seguridad y Justicia, y ambas carteras son su responsabilidad. Seguridad no hay, y la Justicia es injusta, desigual, lenta, corrupta e inexistente en mucho casos. No me quedé tranquilo, ni mucho menos. Falta tanto, pero tanto, y fue tanto lo que me faltó escuchar. En fin, igualmente gracias, Ricardo, pero realmente no nos quedamos más tranquilos.