Falleció el Pastor Carlos Teves
Lo conocí hace algunos años. Se presentó como el pastor Teves y tenía un tono de voz que podría decir que denotaba timidez. Después de tratarlo un tiempo pude saber que era la voz de alguien cuya humildad no le permitía subir el volúmen. Pedía por favor y escuchaba atentamente. Dos ingredientes en un diálogo que hoy resulta poco frecuente.
Teves hablaba de Dios desde el ejemplo y desde la acción. No era un teórico, llevaba la teoría a la práctica. El amor al prójimo no se declama, se convierte en hechos y acciones cuando se está convencido y comprometido con una doctrina de amor. La sigla GAVID siempre tuvo su imagen, dedicó gran parte de su tiempo en los últimos años a trabajar en la ayuda a las víctimas de violencia doméstica. Tal vez haya sido el lugar desde donde adquirió mayor notoriedad en la comunidad. Pero su trabajo superó las fronteras del país al encarar el trabajo solidario en Uganda.
Tenía 54 años, menos que los que tengo, e hizo mucho más de lo que he hecho y puedo llegar a hacer en los próximos 30 años. Pero además, crió a sus hijos y fue ejemplo de padre. Muchos le preguntarían a él el por qué de su partida, y seguro tendría una respuesta, pero ya no está para darla. Tal vez la única respuesta sea que ya hizo todo lo que vino a hacer a esta tierra… y lo hizo bien, aunque los médicos dirán que fue un virus que transmiten los roedores, lo cierto es que Dios elige a quienes lleva consigo y en qué momento. No pudo esperar más por Carlos.
Carlos Marcelo Teves falleció el domingo 28 de mayo luego de padecer un extraño virus al que no han podido identificar. La ciudad lo recordará y homenajeará su memoria. Se lo ha ganado sin dudas. No hemos sido amigos, sólo compartimos varias veces charlas sobre su trabajo y los obstáculos para llegar donde quería. Hoy creo que yo podría haber hecho algo más para ayudarlo, pero luego pienso que eso es demasiado engreído de mi parte, no hubiese podido sumar demasiado. Permíteme un «adios, amigo», y gracias por tu esfuerzo
Mario Zaccaría.