Yo vi a tu nene caer y lastimarse, no hubiese podido hacer nada…
No hubiese podido hacer nada para evitarlo.
Hace unos días, -una noticia que apareció en la sección policiales del periódico Página local- ocurrió un accidente al que podemos llamar tonto si usted lo prefiere; un peatón cruzando la avenida Merlassino, y una moto. El vehículo acababa de pasar por el semáforo de Av. Belgrano y Merlassino, no había hecho diez metros, que se encuentra con alguien que, de estar parado sobre los «pianitos» amarillos del centro de la avenida, sin decir nada, emprendió su camino hacia la vereda de enfrente sin ver que la moto se acercaba.
No iba a gran velocidad, pero qué velocidad hace falta para que, al tratar de evitar el choque vayas a dar contra el piso.
El motociclista cayó hacia adelante, tuvo que frenar de golpe y siguió con el impulso y fue a dar a la calle. Se quebró el brazo izquierdo y el tabique nasal. El peatón sólo se raspó una mano.
Volvamos a la moto. La muñeca fracturada, la izquierda, la que no usamos para manejar porque aceleramos con la de la derecha. La misma mano, el mismo brazo con el que agarrás a tu nene mientras va dormidito sentado sobre tu rodilla. Te he visto en alguna oportunidad sosteniendo al nene con la rodilla y utilizando la mano izquierda para sostener tu celular. ¿Y sabés que? cuando vi al hombre caer de su moto hacia adelante, cuando ya la suerte del tipo estaba echada, te vi. Ese mismo accidente pero con vos en la moto. Y tu nene en la mano izquierda, la misma que se acababa de quebrar delante mio.
¿Qué hubiese visto si era tu moto? Me estremeció la idea, rocé la cabecita de tu pibe transpirada por ir contra tu pierna y la cara húmeda por respirar con la boca abierta. Y lo vi cayendo también hacia adelante, despertándose mientras el pavimento se queda con parte de su piel.
¿Puede ser que no lo veas? ¿Tan poca imaginación? ¿Hace falta que el accidente ocurra para verlo? Yo se que no tenés otro vehículo que tu moto, pero tu nene tiene una sola cabeza. Lleválo con vos, pero ponele un casquito, cuidalo, porque te juro que lo vi, y no está bueno. Más cuando vos llevás casco y él no.