No todos los héroes van a caballo
Hoy se llama Reconquista y a partir del próximo 2 de abril llevará el nombre de José Quiroga. Cambiaremos un cartel en la calle. Dentro de poco oxidado, y tal vez un camión le pegue con su caja y hasta quede indicando a cualquier parte. Un cartel en una esquina es una calle con tu nombre, Pepe.
Vamos a pasar por la que durante mucho tiempo llamaremos Reconquista y veremos lo mismo de siempre, porque nadie se detiene a mirar los carteles de las calles si vivimos en una ciudad donde las direcciones tienen nombre y apellido, o están al lado de la panadería o frente a la farmacia.
Caminaremos o transitaremos en moto o en auto la calle Quiroga y tal vez la confundiremos con otro héroe de otra época. Quiroga con grandes patillas y placas de bronce en La Rioja y el nombre de caudillo adherido a su recuerdo; la calle Quiroga de Barrio Palermo tendrá los mismos árboles que tiene hoy, las mismas casas y las mismas veredas de Palermo, muchas intransitables, otras sólo de tierra y pasto, como nuestras calles de nuestros barrios…
Uno camina muchas veces sin ver, y no se si vamos a mirar los carteles de la calle. Pero un tipo si. El tipo las caminó todas. Absolutamente todas, conoce cada puerta y el número de cada casa, el color de los frentes, el olor y el sonido de cada barrio, porque cada uno tiene el suyo. El tipo saluda, sonrie, camina… tal vez inconsciente de que cada «Chau Pepe» dice más que eso. Lo miramos y sabemos quien es, es «Pepe el del Belgrano».
¿Qué quiere decir héroe? En la escuela le pusieron nombres, los subieron a un caballo, los vistieron de militares, los rodearon de laureles y les regalaron himnos con palabras que nadie entiende (¿Qué quiere decir «honra y loor»? ¿Qué es «yerga el Ande»?), los hicieron intocables y los envolvieron para siempre en la sagrada bandera celeste y blanca.
Mi héroe no, mi héroe -nuestro héroe- camina, va casa por casa, conoce todas las calles y recibe el «Chau Pepe» como si fuera el himno mejor compuesto al valor, a la humildad, al coraje.
El héroe camina; probablemente se detenga frente al cartel azul con letras blancas y el mar vuelva a golpear contra su pecho. El mar frio, el mar de las largas noches heladas, el mar que encerraba la esperanza de la costa, de un helicóptero, de una mano que los regrese.
Barrio Palermo, el que lo vio correr de pendejo, le grita desde los carteles azules, con letras blancas, «Héroe!». Héroe le grita, como si fuese un chau Pepe, como si fuese un himno. Y el tipo va volver a decirlo, va a decir «gracias», seguro… y la patria, la nuestra, el pedacito de patria que recorremos día a día, el que recorre el cartero todas las mañanas, le va a decir, GRACIAS A VOS PEPE! GRACIAS, HEROE!