Emotiva despedida a Nacho Gattelet
El uno anunció su decisión de dejar el arco que tantos años cuidó.
No son muchas las personas que mantienen una misma actividad durante veinticinco años. Menos si se trata de la práctica deportiva. Pero el número se achica muchísimo más sí hablamos de aquellos que lo hacen sosteniendo un comportamiento ejemplar fuera y dentro de, en este caso, una cancha de fútbol. Nacho Gattelet dedicó gran parte de su vida a este juego. Juego que se tomó en serio y lo hizo con grandeza, noble por igual en la derrota y la victoria, valiente para asumir la responsabilidad de ser el arquero de la primero división de San Francisco a los 16 años como así también para darse cuenta de que había llegado el momento de correrse de lugar. «Me pasó algo que no me había pasado nunca: llegué a un vestuario y no sentí ganas esa pasión, esas ganas. Y lo hablé con Teto (Medina) y él me dijo que me saque esa mochila, que no me obligue y ahí supe que era el momento de decir basta. lo que más me costó fue decirselo a Reinaldo porque para mi significa mucho, es un abuelo más», explicó el arquero que a los 42 años decidió colgar los guantes.
Nacho fue Chacarero desde el debut hasta que su club ya no participó de la Liga. Allá por el 95′ eran tiempos en los que Brown pisaba la B y del fútbol local no quedaba nada, salvó Obras que se mantuvo en pie. Gattelet pasó antes por Huracán y después se vistió con colores Azulgranas. Allí estuvo entre 1997 y 2003, breve paso por Ricardo Gutiérrez y el regreso al primer amor hasta 2016.
Este año jugó poco, apenas un par de partidos. Y el viernes cuando Sanfra se iba al vestuario 1-0 abajo ante Todd recibió un reconocimiento por parte de dirigentes actuales y otros históricos: Walter Martínez, Enzo Meregalli y toda la familia del enorme uno Santo para brindar justo homenaje a un hombre invaluable en el contexto del fútbol nuestro. «Nunca me imaginé que uno generaba esto. Yo venía a jugar a la pelota y nada más. Me divertía y la pasaba bien pero no pensé que había generado este afecto de todos que es en definitiva lo que me llevo y no me lo olvido nunca más».
Emocionado y sorprendido ante el afecto de la gente manifestado en aplausos, Juan Ignacio Gattelet retribuyó manos en alto con un saludo que es apenas un «nos vemos el domingo» porque seguirá cerca de este plantel acompañando al cuerpo técnico desde el trabajo físico.
«Elegí estar en Sanfra muchas a veces a costa de sufrir porque son más los partidos que ganamos que los que perdimos y no pudimos salir campeones pero generamos cosas que son invisibles desde afuera pero conviví siempre con buena y disfrute de eso porque yo sabía que nada me iba a cambiar lo que sentía, y se sentían el doble las amarguras, pero ganar representaba una alegría inmensa. Y me dejó amigos, pero amigos de verdad. Por eso Quiero decir gracias a todos los que hacen el fútbol local por haberme dejado ser una partecita de todo esto».
[satellite thumbs=on]