Cicloturismo en Arrecifes, una experiencia que pide una vuelta más
El primer encuentro de Cicloturismo en Arrecifes denominado “la Vuelta del Bicentenario” resultó una experiencia completa, con un antes, un durante y después que quedó señalado en la intención de que vuelva a suceder, de instalarlo como una constante. Es que todavía no se terminaban de apagar las brazas de un fuego que prendió muy temprano en la mañana que ya estaba craneándose la segunda parte. Un antes, porque puso a mucha gente a pedalear, incentivó a una de las prácticas deportivas más recomendadas y más disfrutables. Y un durante porque tanto los que hicieron el recorrido de 22 km como los que pedalearon los 55 dijeron pasarla bien. Y se notaba en el gesto, en la actitud.
Esta iniciativa es en sí misma mucho más que todo lo bueno que sucedió alrededor de ella. Fueron más de 800 ciclistas los inscriptos y los que el domingo llegaron al Club Náutico muy temprano en la mañana. Incluso algunos lo habían hecho la noche anterior. Ciclistas de San Pedro, Junín, Chacabuco. Incluso de otras provincias: Entre Ríos, Santa Fe. Y tal como estaba prometido, todos y cada uno de los participantes tuvieron su desayuno: muchos termos de café caliente, leche, galletitas y la posibilidad inigualable de esperar el momento de la largada bien cerquita del río con el fuego calentando una mañana algo fresca.
Mucha camaradería en la víspera como en el momento de empezar a pedalear. El rato previo se pasó entre fotos a medida que los grupos se iban formando, otros que jugaban a ser los asadores y acercaban leña a la parrilla donde se asaban ocho chanchos con pelos que serían una de las motivaciones principales cuando los que recorrieron 55 km ya llevaban más de dos horas sobre la bici.
También el momento del almuerzo fue lindo, porque todo estuvo muy rico, porque la atención fue súper amable, porque los comensales no fueron exigentes y supieron esperar su turno, todo muy natural, algunos aprovechando para almorzar lo más cerquita del agua que se pudiese, todos contando su experiencia, en el pasto, otros más organizados ocupando las mesas. Esto es tan importante como lo que pasó durante el recorrido pautado.
Cerca de las 10 horas todas las bicicletas apuntaron al puente que divide El Náutico del Balneario, se hizo una pequeña vuelta por la zona de quinchos y se preparó todo para la primera largada, la que recorrió la avenida Merlassino hasta el Cristo y luego la vuelta hasta calle Gerardo Risso para luego doblar por España y desde ahí hasta el frente del edificio Municipal para la largada oficial con la palabra del Intendente Olaeta y el padre Javier, quien también fue parte.
Todo coordinado por José María Tenorio, Secretario del área de Seguridad Pública con la colaboración de todo el municipio repartidos en distintas tareas, el circuito incluyó un pequeño andar por calles céntricas y luego la zona balnearia y el camino que se abrió para el Dakar y que hoy es el sitio elegido para los que hacen actividad física, además de los caminos rurales, siempre con acompañamiento de bomberos y un grupo de asistencia permanente para no dejar detalle librado al azar y darle a este encuentro un marco de seriedad fundamental para generar el ferviente de deseo de que se repita cuanto antes.
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