Alma de campeón
Todd aguantó al duro Palermo y se llevó la final en los Penales
Primero hay que saber sufrir. Es posta. Y Todd aprendió la lección. Aguantó con oficio a un equipo más liviano, mentalizado para bancar un despliegue difícil de soportar, que obliga a jugar a un ritmo imposible de sostener y que encima marcó el primer gol del partido y cerca estuvo de marcar otro más y definir la final del hexagonal y ganarse el derecho a jugar la final por el campeonato. Cerca estuvo, pero no. No por Alasio, no por las dudas de León que no supo hacer el segundo propio y del Cervecero, por la ansiedad de Leo Blanco que se olvidó de hacer la pausa en una contra letal, no porque Todd llegó hasta acá apoyado en su firmeza, equipo sólido, inteligente para distribuir las energías y con jugadores que sólo necesitan estar en cancha para mostrar en una sola intervención su eficacia: centro de francotirador de Martell, cabezazo prepotente de Adín cuando faltaba poco y a los penales.
Y en los penales, otra vez el Uno ex Obras agigantando su figura y su leyenda en la historia corta de nuestro fútbol. Atajó el penal a Geoghegan y pese a que Esteban Luz falló el suyo, el remate alto de Alfaro y la conversión de Barlow pusieron play al festejo.
Palermo fue más y sólo dejó de serlo cuando el Canario empató y casi lo gana. Fue más porque ganó en el duro ámbito de las pelotas divididas y desde ahí también hizo que la mayor parte del encuentro se juegue en campo amarillo. Pocas situaciones, apenas una clara generada por Wüitrich cortando camino de derecha hacia adentro que León no pudo definir y algunas aproximaciones sin demasiado riesgo. El equipo de Carbajales, muy atado, generó poco. Más bien nada. Aún así, nunca lució desbordado, sino asumiendo cierta superioridad del rival y esperando su momento. Y se despertó a tiempo, porque después de ponerse en ventaja a través del oportunismo de León para capturar un córner que se cerraba en el segundo palo, Palermo bien pudo liquidar la final, pero no estuvo acertado ni en las decisiones, menos en las ejecuciones.
Fue entonces cuando desde el ingreso de Luz y con Martell más enchufado, llegó la igualdad. El 10 hizo magia después de un lateral e hizo aparecer un centro asesino para que Adín lo convierta en gol y en el empate necesario para empezar a desatar el sueño del campeonato.
Palermo sintió el golpe y aunque intentó, su estructura se volvió débil y quedó a expensas de la velocidad de Tiverón, de la astucia de Luz y de las fuerzas renovadas de los volantes que además de recuperar el dominio de su zona acompañaron mejor a los de arriba. Entonces fue importante Salvetti para evitar lo que resultó inevitable. Porque en la instancia de los penales, Todd acertó más y celebró salir vivo de una final complicadísima y ser campeón invicto, con números que lo hacen uno de los mejores desde la vuelta de la Liga hasta hoy que celebró sin pensar en nada de esto.
SÍNTESIS:
PALERMO (1) I. Salvetti (6); N. Bahillo (6,5), S. Alfaro (5), M. Oliva (4, 5), J.I. Ortiz (6); O. Silva (5,5), B. Geoghegan (5), L. Blanco (5,5), F. Maurizi (6); G. Wüitrich (6), G. León (6,5) – DT: D. Alfaro
Ingresaron: J. Dominé; K. Geoghegan; G. Sabaté
TODD (1) C. Alasio (8); G. Carusillo (4), J.C. Reina (6,5), F. Guerrero (5); N. Subrini (5,5), D. D’eramo (5), D. Herrera (4,5), V. Tiverón (6); F. Martell (4), F. Adín (5) – DT: A. Carbajales
Ingresaron: E. Luz; F. Montes Ibarra; E. Barlow
PENALES: (x) fallaron
Todd (4) Martell, Luz (x), Cuesta, Reina y Barlow
Palermo (2) Geoghegan (x), Blanco, Alfaro (x), Wüitrich