Esas inmensas nochecitas
Es Salta. Es jujuy. Rosario, el Paraná, el mar y la luna. Es Buenos Aires, un cachito de Cuba, es el campo y la ciudad. Es zamba, chacarera. Tango es. Y es trova, música popular y contemporánea. Es canción, Carnavalito y Escondido. Es Ramón Ayala, Falú y Peteco. Es Contursi. Fandermole y Ariel Ramírez. Y María Elena Walsh. Y Daniel Toro. Y Silvio Rodríguez. Es Maral. O Es Mariana, Cristian, Adrian, El Pollo y Nora. Y es este ciclo de acústicos que anoche sábado en la Taberna Vasca. Todos complotados para llevar adelante el plan de brindar un show en su cuota justa de amabilidad y explosión. La caricia y el sacudón, cerrar los ojos y escuchar, bailar sin levantarse del lugar, viajar, ir y volver, el amor, la distancia, la niñez, la lucha, la revolución, la mujer, mucha mujer y muchas mujeres. Un plan con un segmento inicial del que se hizo cargo Mariana Dominé poniéndole todo su encanto para interpretar «Ojalá», «Como dos extraños», «Carta de un León a otro», entre otras, y luego dejar todo en las manos pero, sobre todo, en la voz inmensa de Nora Paz que continuó con el propósito. Delicada para «Oración del Remanzo», con fuerza para «A Monteros», la nostalgia en «Tu fotografía» y todo eso junto en «Alfonsina y el mar».
La otra parte de esta confabulación artística para robar aplausos fue con Dominé y Paz a dúo. Antes, El Pollo desde la guitarra con una versión de oro de «El Mensú» con Rodríguez haciendo sonar la txalaparta (instrumento de percusión tradicional del País Vasco) para el momento instrumental de una noche inspirada en la que iluminó de «ruiditos»cada una de los temas con su capacidad de entregar matices y precisión. Ferretti también aportó fotos memorables desde el sonido especial que logra y su forma, porque es bien suya, de ejecutar y cantar. Por eso y por Charras haciendo magia en el acordeón es que «Donata Suárez», «Cajita de música», «Canción para bañar la luna», «Tratando de crecer» y «La Arenosa» sonaron ajustaditas, hermosas versiones para ir entrando en clima de final. Y con ese dolorcito dulce de las despedidas Maral brilló con «María va», «Como pájaros en el aire», «Juana Azurduy» y «Zamba para olvidar». Y enseguida sacudir la melancolía a puro Carnavalito y con la gente de pie multiplicar las voces para recordar clásicos románticos del folclore y con el chamamecito «Merceditas» con Ferretti como protagonista principal y la Taberna hecha peña poder sentir que el plan, el de hacer un show de altísimo nivel, que fue todo un éxito.
Por Diego Amaya