Hartos de robos
Estamos inundados de robos, todos los días, en todos los barrios a cualquier hora y cualquier cosa.
Roban comercios, motos, estéreos, baterías de autos, televisores, recaudaciones, carteras, herramientas, boludeces. Roban tranquilidad, seguridad, confianza, calidad de vida. La típica frase “no se puede salir ni a la vereda” en Arrecifes es “no se puede salir ni al patio”, porque incluso esperan en el patio y aprovechan para meterse. El patio, el lugar donde juegan los chicos, donde descansan los grandes, pasa a ser un lugar que da miedo, peligroso y con malos recuerdos.
Y oficialmente trasciende poco, por cuestiones investigativas, dicen. Pero extraoficialmente somos pocos, y nos conocemos mucho. En Arrecifes los comercios y la calle te cuentan todo, te cuentan que esta semana hubo varios robos a mano armada de motos, de casas y comercios.
– Che, ¿te enteraste de la señora que estaba barriendo y se le metieron? Creo que fue el viernes o el sábado, pobre, se metieron con ella cuando barría la vereda.
– Che, viste que le sacaron la moto a fulanito, fue el domingo a la siesta, los vio como disparaban.
– Che, la cag…. a palos a la mina del robo, hasta dónde piensan llegar estos hdp?
No acostumbro a escribir con insultos, ni siquiera es mi intención ofender. Pero rebalso, la impotencia y la injusticia me sacan de quicio. Los tres casos que acabo de mencionar ocurrieron en menos de 48 hs, y quizás haya más hechos de los que no me enteré aún. En los últimos 10 días hubo por lo menos 10 robos, y cuando te roban lo que conseguís con sacrificio, todos los hechos se tienen que considerar importantes.
Llegue a lo de Celeste Torres casi con la ambulancia, porque su casa es a 2 cuadras de la mía. Vi como la sacaron en camilla, y me costaba tragar saliva de la amargura y la tristeza. No hace mucho tiempo que estuve en su garage charlando porque le habían robado electrodomésticos, dinero y prendas de su taller.
Pero esta vez la golpearon, la policía la saco de su propio hogar, en el que vive con su esposo e hijas, desmayada. También vi cuando llegó su marido, puteando, re caliente, harto.
Creo que las intenciones no alcanzan, hacen faltas hechos. Los anuncios sirven, pero no colman las expectativas de una sociedad que despotrica a viva voz y reclama, ante la falta de acción u omisión de la Justicia y la Seguridad, medidas represivas como mano dura. No las considero eficaces, sino lo contrario. Pero a pesar de que no las comparto entiendo que cualquier vecino pida mano dura, porque nadie es gil y todos saben bien que no se hace nada por mejorar la seguridad. Nada a corto plazo, ni a mediano plazo ni a largo plazo ni a futuro ni en el pasado. Nada.
La inclusión comienza con la justa distribución de la riqueza, y la riqueza argentina está cada día más concentrada. La Justicia es un conjunto de leyes hechas para castigar a los que tienen poco o nada, y eso genera resentimiento y retroalimenta inseguridad. La educación es prehistórica, retrocede en pos de lo privado y tambalea entre paros, salarios, sindicatos y falta de capacitación docente. El empleo es poco, y no alcanza. Etc, etc, etc.
Sin embargo, el secretario de Seguridad, afirma que nuestra sociedad está más violenta y lo atribuye a los videojuegos, a la sociedad (¿?), y a la televisión. «Estamos presenciando un ambiente de mayor violencia, que es lo que genera todo este tipo de situaciones», dijo Berni. Y agregó, «el otro día leyendo un artículo (periodístico), decía que de los cinco videojuegos más vendidos, tres son de extrema violencia. Ya la sociedad consume violencia de por sí».
La sociedad, Berni, lee, ve, consume y responde a la corrupción, madre de todas las inseguridades.
Me voy al patio a tomar mate, para calmarme. Ojo, primero voy a ver por la ventana si no hay nadie escondido para entrar a robarme.